La soprano costarricense Íride Martínez conquistará hoy un nuevo hito en su carrera, cuando comparta el escenario con el tenor español José Carreras, en el marco de la inauguración del Festival Cultural de Zacatecas, México.
La cita tendrá lugar en la histórica Plaza de Armas del estado mexicano famoso por su arquitectura colonial.
En ella, la artista tendrá la oportunidad de interpretar en solitario arias como Las hijas de Cádiz, de Léo Delibes, y Mein Herr Marquis, de Die Fledermaus, Johann Strauss. También cantará Una voce poco fa, de la ópera El barbero de Sevilla y Me llaman la Primorosa, de la zarzuela El barbero de Sevilla de Gerónimo Giménez.
Al lado de José Carreras, Íride Martínez cantará El dúo de La africana, con música de Manuel Fernández Caballero y libreto de Miguel Echegaray, y La viuda alegre, de Franz Lehár.
Sobre su preparación para este concierto y sus expectativas para este encuentro, Viva conversó con la única costarricense que ha cantado con artistas de la talla de Plácido Domingo y en escenarios tan importantes como el Covent Garden y La Scala de Milán.
Usted ya ha cantado todas las obras del repertorio de este concierto, ¿cómo las caracteriza?
Son arias conocidas para mí; algunas son más difíciles técnicamente que otras, pero todas son muy lindas; disfruto mucho cantarlas y sé controlarlas. En el concierto, trataré de estar concentrada y hacer lo mejor que pueda.
¿Cómo ha sido la preparación para esta cita?
En Costa Rica, estudié con un querido amigo, Arturo Blanco, que me acompañó en el piano; con él repasé el programa entero. En estas arias, hay un factor de memoria importante, pero aproveché todo el tiempo que pude para repasarlas; por ejemplo, mientras acompañaba a mi mamá a hacer algunas compras, iba repasando las letras.
Estará en la apertura del festival de Zacatecas, una actividad a la cual este estado ha apostado muchísimo. ¿Qué significa esta oportunidad?
Me siento muy orgullosa y honrada; primero, por la ocasión que es y, en segundo lugar, porque nunca había cantado en México.
Ayer que llegué (el jueves), me di cuenta de que la gente aquí es divina, muy cordial, muy educada y fina. Además, el lugar es espectacular, bello, muy diferente a Costa Rica; aquí los suelos son arcillosos, el paisaje es desértico y el contraste con el cielo azul hace que la ciudad se vea particularmente bella.
Los mexicanos son un público exigente, ¿existe algún temor o presión previo al debut?
Trato de no pensar eso. La responsabilidad de participar en este concierto es igual a la de cualquier otra cita que haya tenido; de hecho, en estos días, la palabra presión me la borro de la boca, porque es hacerse la vida imposible, así que el jueves que llegué (a Zacatecas) me fui al gimnasio, hice yoga como siempre y traté de concentrarme en lo que tenía que hacer.
“Cada actuación que una tiene es una gran responsabilidad; por ejemplo, cantar en Limón es lo mismo para mí que cantar en Zacatecas; adonde voy yo, doy mi producto con amor, porque canto para ese público que quiere escucharme”.
Carreras es un ejemplo de vida y amor al prójimo, ¿qué experiencia le gustaría compartir con él?
Imagínese que aún no lo he visto (esto fue el viernes en la mañana, ambos ensayaban juntos ayer en la noche). Sin embargo, con solo estar en el escenario con él, para mí el premio está dado; tener a una persona como él a mi lado, en el escenario, es un empujón de energía.
Antes de viajar al país, estuvo casi 10 días en Costa Rica. ¿De qué forma la nutrió esta visita al país, previo a este compromiso?
Siempre digo que cuando uno va a Costa Rica es para recargarse de arroz y frijoles, de besitos y cariñitos de la mamá, del papá y la hermanita; todo eso le da a uno muchísima fuerza. Volver a Costa Rica es volver a la raíz; ver la tierra de la que uno viene, para luego extender las ramas a lo alto.
Los ticos están a la expectativa de este concierto, ¿qué le dice a sus seguidores?
¡Quiero que me hagan porras como a la Selección! (suelta una carcajada). Con solo que piensen en mí, ya es demasiado. En este concierto, voy a cantarle a gente de Latinoamérica, gente que habla nuestro idioma y comparte nuestras costumbres, será parecido a cantar en Costa Rica.