Forever Tango, crónica de su presentación en el teatro Melico Salazar

Los nueve músicos y diez bailarines del espectáculo Forever Tango se ganaron la ovación de los costarricenses con su derroche de virtuosismo en escena

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La sensualidad del tango hecha música y danza hechizó el miércoles a cientos de almas en la primera de dos funciones que el espectáculo Forever Tango , presentó en suelo costarricense.

El show que acaba de terminar su cuarta temporada en Broadway, enganchó al público desde el inicio, cuando el poderoso sonido del bandoneón apareció en escena.

Con los ojos llenos de emoción, los espectadores se hicieron a la orilla de sus butacas y fascinados por la música se dejaron envolver entre las notas del contrabajo, el chelo, el piano y los violines de camerata del musical.

No menos destacable fue la cantante Noemí Marcela, que con su voz áspera deleitó a los presentes con la interpretación de Uno , de Rubén Juárez, y una versión tango de Que alguien me diga , popularizada por Gilberto Santa Rosa.

Sin diálogos, pero con los cuerpos llenos de danza, los diez bailarines del elenco fueron apareciendo poco a poco en escena.

Juntos representaron los diferentes espacios por donde ha pasado el tango: desde los bulliciosos burdeles, hasta los exclusivos salones de baile parisinos, a los que solo podía acceder la aristocracia.

También mostraron las variadas influencias de esta sensual danza, como el candombe y el charlestón. Así mismo mostraron su evolución con una coreografía de tango y danza contemporánea.

Forever Tango fue un ir y venir de elaborados dúos y coreografías grupales. Con maestría y sincronización perfecta, los intérpretes recorrieron el escenario balanceando sus caderas a gran velocidad y entrelazando sus piernas en pasos que parecían irrepetibles para cualquier mortal.

Emocionados en más de una ocasión, los asistentes a este encuentro interrumpían las ejecuciones con aplausos y a más de uno se le escapó un grito de “¡Bravo!” luego de ver a los bailarines tomar a sus compañeras y lanzarlas por el aire.

Emocionados. En los pasillos, las impresiones de los espectadores novatos en el tema del tango y expertos en danza fueron positivas.

“El espectáculo me pareció excelente. La coordinación y la belleza del vestuario es impresionante”, aseguró Alina Soto, vecina de San José, quien asistió a la función junto a su esposo Luis Hernández. Ambos son seguidores del tango.

Ella coincidió con Ana Marín, novata en esto de los espectáculos argentinos. La vecina de Escazú destacó la labor de los bailarines, pero quienes realmente se quedaron con su corazón fueron los músicos.

Un poco más exigente fue el bailarín costarricense Mario Vircha: “Creo que es un espectáculo de buen nivel; impecable en sus detalles, en el trabajo de los bailarines y en la interpretación de los músicos también. Este es tango abarcado desde lo clásico; sin embargo, al ser promocionado como un espectáculo de Broadway, pensé que era más espectacular”.