Aunque es su última edición , el Festival Internacional de Guitarras –en su 25 aniversario– se despedirá por todo lo alto, con un grupo de invitados de talla mundial. Así lo anunció su fundador y director Luis Zumbado.
Algunos son viejos conocidos del festejo, otros debutan, pero todos prometen compartir lo mejor de la guitarra mundial en el escenario del Teatro Nacional. En total se realizaran siete conciertos, desde el miércoles 19 y hasta el domingo 23 de setiembre.
La lista de invitados la encabeza la española Carmen Ros y el costarricense Luis Fernando Aguilar. El tico tendrá, además, como invitado al cantaor español Francisco Contreras, el niño de Elche .
Aguilar presentará un álbum dedicado a la música flamenca, en el cual participó como invitado Contreras.
El jueves 20 estarán sobre el escenario dos argentinos: Jorge Cardoso y Juan Falú , además de la guitarrista francesa Sylvie Dagnac.
Los costarricenses Judith de la Asunción y Edín Solís ; la argentina Graciela Pueyo y el cubano Eduardo Martín forman la lista de artistas del viernes 21.
El sábado 22 el festival tendrá una noble jornada: a las 3 p. m. será el turno de la guitarra eléctrica, con los costarricenses Édgar Sequeira y Ari Lotringer .
Por la noche, el festival se vestirá de gala, con la participación del costarricense David Coto , además del dúo conformado por la paraguaya Berta Rojas y el saxofonista cubano Paquito D'Rivera.
El último día del festival, la actividad comenzará temprano, con la Orquesta de Guitarras de la Universidad de Costa Rica. Esta presentación comenzará a las 10:30 a. m. y tendrá como invitados especiales a Jorge Cardoso, Sylvie Dagnac y el tico David Calderón.
La clausura, el momento de mayor nostalgia de este último festival sin duda, será a las 7 p. m. Como es tradición, participarán todos los guitarristas del festival, además de los ganadores del Concurso Nacional de Guitarra 2012: el cubano Jorge Luis Zamora y el costarricense Ramonet Rodríguez.
Pérdida de un pilar. Que el Festival Internacional de Guitarras desaparezca, es algo que entre guitarristas y educadores tiene una connotación de pérdida importante para el país.
Las razones que Zumbado argumentó van desde la necesidad de cerrar un ciclo para dedicarse a ejecutar más la guitarra, hasta otra más de índole logístico, como que no puede organizar el festival en las condiciones actuales de coproducción que ofrece el Teatro Nacional.
El centenario teatro fue su socio estratégico desde que fundó el festival, en 1987.
El director del festival –con algo de pena, pero con mucha seguridad– afirmó que el espacio que él creó fue pilar fundamental en el desarrollo de distintas generaciones de guitarristas de Costa Rica.
“En el festival es donde observamos lo que pasa con la guitarra en el mundo. Hemos traído a los más grandes guitarristas, como Pepe Romero . Además, no es solo el concierto que dan; los invitados ofrecen clases maestras gratuitas en las universidades”, aseguró el director Zumbado.
Las palabras del creador del festival tienen réplica. Artistas como Edín Solís (Éditus), Andrés Saborío , Manuel Durán ( Cuarteto de Guitarras de Costa Rica ) y Ari Lotringer ( Time's Forgotten ), respaldan a Zumbado.
Por eso músicos como Edín Solís no tienen reparo en asegurar que este festival es el alma del desarrollo de la guitarra en Tiquicia.
¿Razones? Edín tiene varias: la visita de importantes músicos; los guitarristas y agrupaciones estrenan sus producciones en el marco del festival; el nacimiento de nuevos proyectos musicales al calor de esta fiesta, y se ha convertido en un estímulo y hasta una aspiración participar en él para los jóvenes profesionales del instrumento.
Manuel Durán es uno de esos jóvenes que dan fe de lo que habla Solís. Él vio tocar en el festival al Cuarteto de Guitarras de Chile, ya hace una década, y desde entonces se quedó con la idea de seguir los pasos de los chilenos.
“Nuestro cuarteto surge gracias al festival, directa o indirectamente. El Cuarteto de Chile presentó una suite del ballet El Cascanueces y esa fue la chispa para nosotros”, añadió Durán.
Un claro ejemplo del estímulo que representa el festival para los jóvenes músicos es Ari Lotringer. Él recuerda cuando vio a Elmer Ferrer , en el festival del 2009, un guitarrista cubano al que calificó como alguien increíble. Sin dejar pasar a otras figuras como el argentino Luis Salinas .
“Este festival les da la oportunidad a nacionales de presentarnos. Por ejemplo, yo lo hice en el 2006, y eso fue un gran impulso a mi carrera, para darme a conocer; tocar ahí da un nombre”, agregó Lotringer.
Todos los consultados por Viva coinciden en que el cierre del festival solo resultará en una pérdida, no solo para los músicos, sino para el país en general.
Jorge Luis Zamora, concertista y profesor cubano radicado en el país, aseguró que una de las posibles consecuencias del cierre del festival, es que el nivel de la guitarra en Costa Rica se venga abajo. Su afirmación la respalda luego que vivió algo similar, en su país natal.
Por ahora, Zumbado solo piensa en el festival de este año, quiere que todo salga perfecto. Aseguró que le queda la satisfacción de alcanzar el objetivo con que nació el evento.
“Soñaba con mostrarle al público conciertos con maestros de mucho nivel, y que eso sirviera de ejemplo de lo que había que hacer profesionalmente con la guitarra”, explicó.
Aunque le hubiera gustado traer a luminarias como John Williams , se va tranquilo porque sabe que aportó su cuota en el desarrollo de un instrumento amado por todos.