Entre música y flores, seguidores despiden a Cabral

Entonando No soy de aquí, ni soy de allá, el cuerpo del cantante y poeta fue trasladado a un cementerio privado en Argentina, donde fue incinerado

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“Si esta es la última vez que subo al escenario, pinten el cajón de rojo y celebren, porque mi vida fue una fiesta”, dijo Facundo Cabral la última vez, el 7 de mayo, que se presentó en el Teatro ND Ateneo de Buenos Aires, lugar donde fue velado y de donde salió rumbo al cementerio, donde fue incinerado.

No hubo fiesta como él quiso y el ataúd no era rojo, sino verde, pero sí estaba rodeado de seguidores que quisieron despedirlo con su música, mientras montaban sus restos mortales en el vehículo, que los llevó a Jardín de Paz, cementerio en las afueras de Buenos Aires.

Entre sollozos, la gente entonó su emblemática canción No soy de aquí, ni soy de allá .

En su traslado del teatro al cementerio, la caja estuvo cubierta con las banderas de Argentina y Naciones Unidas, organismo que lo había declarado Mensajero Mundial de la Paz en 1996.

La carroza iba con el techo lleno de flores y el cortejo fúnebre hizo una breve parada frente a la cafetería La Biela de Buenos Aires, tradicional punto de reunión de intelectuales y otras personalidades, que Cabral frecuentaba siempre que se encontraba en la ciudad, según contaron sus allegados.

Entre quienes se acercaron a despedir a Cabral estuvo su colega y amigo Piero, quien lamentó el fallecimiento de quien había sorteado tantas veces la muerte y recordó que el trovador había superado en dos ocasiones un cáncer.

“Creo que tuvo una muerte cercana a la que hubiera deseado. No lo imagino pasando sus últimos días en el hospital, sin poder moverse. Él no le tenía miedo a la muerte, pero sí a la decrepitud”, comentó a su vez el productor Jorge Mazzini, quien había dirigido los últimos conciertos de Cabral en su país.

“Le fue concebida la posibilidad de evitar lo que imaginaba como un final infeliz ” , puntualizó.

Facundo Cabral fue asesinado el sábado, a sus 74 años, en Ciudad de Guatemala, cuando se dirigía al aeropuerto, tras dar conciertos en el país centroamericano.

Tras su muerte, una multitud rindió homenaje al artista en Guatemala, con ofrendas florales y fotos frente a la funeraria donde se velaba, en medio de un sentimiento de culpa de muchos ciudadanos, manifestado en pancartas.

Difícil momento. Aunque la vela fue pública y centenares de seguidores se reunieron en el teatro, los familiares del cantante y poeta pidieron respeto e intimidad en los actos que se realizarían en el cementerio de la localidad bonaerense Pablo Nogués, a unos 40 kilómetros de Buenos Aires.

Medios de prensa detallaron que los allegados de Cabral asistieron a un responso (tipo de rezo), en una de las salas del cementerio. Luego acompañaron el féretro hasta el área donde permanecerá hasta que el cuerpo del artista sea cremado, en cumplimiento con la última voluntad del artista.

Los familiares agradecieron “la inmensa cantidad de medios de comunicación de todo el mundo, por la respetuosa cobertura”, e invitaron a celebrar su vida, más que llorar su muerte, como el propio Cabral había pedido.

“Gracias por saber entender y respetar este momento, que ha sido su voluntad y es la nuestra”, concluye el boletín de prensa.

Familiares y amigos de Cabral lo despidieron ayer, pasadas las 10 de la mañana (1:30 p. m. hora en Costa Rica).

“América Latina ha perdido un artista cuya vida se caracterizó por su música de reflexión, de crítica social y de observación constante sobre el mundo ” , dijo el presidente del Consejo Permanente de la OEA, el guatemalteco Jorge Skinner-Klee.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, decretó tres días de duelo nacional por la muerte de Cabral, quien “consagró su vida al canto, transmitiendo con sus letras el espíritu de paz inspirado en las enseñanzas de Jesús, Ghandi y la Madre Teresa de Calcuta” , según la resolución de la misma mandataria.

Por su parte, algunos de los seguidores han asumido el asesinato de Cabral como una misión en su vida, como humanista.

“Para mí, Facundo tuvo una misión. Con su muerte todos los ojos miraron hacia Guatemala y la violencia que sufre”, dijo a la AFP Sheyla Alvarez, una ecuatoriana de 41 años, que vivió desde los 11 años en Nueva York, ciudad donde descubrió y vio por primera vez a Cabral.

Su repatriación. Los restos del cantautor pacifista llegaron a Argentina el martes provenientes de Guatemala, trasladados en un avión proporcionado por la Fuerza Aérea Mexicana, país que Cabral consideraba su segundo hogar, pues lo recibió con los brazos abiertos durante su extradición tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

El avión con los restos del artista arribó a las 8:35 a. m. al aeroparque metropolitano Jorge Newbery, donde aguardaban en el sector militar de la terminal la viuda de Cabral; el canciller Héctor Timerman; el secretario de Cultura, Jorge Coscia; el embajador de México en Argentina, Francisco Del Río; y la embajadora de Guatemala en Argentina, Rosa María De Mora.

Canciones compuestas por Cabral fueron grabadas en nueve idiomas y en algunos conciertos acompañó a artistas como Neil Diamond, el español Julio Iglesias, el argentino Alberto Cortez y el mexicano Pedro Vargas.

Entre los discos que grabó en su carrera musical figuran Mi vida , Ferrocabral , Facundo secreto y Cabralgando . Ahora, su vida será motivo del filme Camino de libertad , reveló la productora 1996 Films.