Turri gozó en el cierre de su feria

Gentío La feria internacional del Catie tuvo un domingo lleno con familias y grupos de jóvenes que bailaron y comieron a placer

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Bailando, comiendo sabroso y gritando de emoción con la música nacional, así despidió Turri , como se le conoce cariñosamente al cantó n de Turrialba, la Feria Internacional 2014 del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie).

Ayer, un mar de gente, el mayor en los últimos años según su encargado de prensa Juan Carlos Peña, se movió a placer por las instalaciones del centro de estudios e investigación.

Desde antes del mediodía fueron cientos de familia, comenzando con los nietos de brazos hasta las abuelas, los que recorrieron los puestos de comidas, ventas de artesanías, zonas con actividades culturales y el área de conciertos.

La Banda Municipal de Turrialba dio una buena muestra de alegría con un repertorio que incluyó sonidos tropicales que pusieron a más de uno a bailar.

Cuando el mediodía llegó, la zona más densamente poblada del Catie fue el de comidas; ahí estaban los puestos que representaban la gastronomía de 13 países. Estos eran coordinados por alumnos, profesores y alguna institución de la comunidad, como la Cruz Roja.

Ahí, en medio de ese mar de gente, estaba la ecuatoriana María Saltos luciendo un traje típico de la etnia Kayambi de su país. Con ese atuendo colorido la estudiante de la maestría de Conservación de la Diversidad invitaba a los asistentes a degustar la fritada de carne.

“Es un plato de la serranía que tiene carne de cerdo, chicharrón –como le llaman los ticos–, yuca y ensalada. Tenemos un mes de estar trabajando en colaboración con la clínica del dolor para ayudar”, aseguró la ecuatoriana.

María aseguró que para ella y sus demás compañeros estudiantes es valioso poder ayudar mediante la venta de comida de sus naciones, para sentir que le devuelven algo a la comunidad que los recibe en Costa Rica.

Conforme se caminaba, un olor seducía a muchos caminantes, era el puesto que representaba a Argentina. Ahí, unas 20 personas corrían de un lado para otro con vasos de sangría, choripán y abundantes trozos de carne.

Detrás de la parrilla de más de cinco metros de largo estaba un hombre con una camiseta de la albiceleste y una larga pinza con la que daba vuelta los kilos de vacío, chorizo y lomo de aguja; en la cocina todos le hacían caso cuando indicaba cuál era la siguiente pieza de carne en ser servida.

Su nombre es Fernando Casanoves, profesor de Bioestadística desde hace 12 años en el Catie. Sin embargo, desde hace una década, durante la feria, recuerda los asados de su natal Argentina y lo comparte con los asistentes.

“Durante la feria cocinamos unos 600 kilos de carne y unos 150 kilo de chorizo. Lo más lindo es compartir esta tradición tan nuestra con la gente de la feria”, añadió el suramericano.

Ritmo. La tarima de conciertos tuvo variedad en este día de despedida de la feria. Pasado el mediodía, la orquesta Madera Nueva puso la nota salsera; la timidez se apoderó de la mayoría, pero siempre hay valientes que aprovecharon para quitarse las ganas de bailar.

Los jóvenes que acudieron con esperanza de escuchar en vivo a sus bandas favoritas vieron subir al escenario a los Sonámbulo Psicotropical, a las 2:56 p. m.

La banda no necesitó mucho tiempo o gran esfuerzo para ganarse al público; más de uno, con o sin alcohol en la sangre, se dejó guiar por el ritmo de La maraca , No hay mal , Agua o su Jabalí montuno .

Sonámbulo obsequió uno de los momentos más emotivos de su presentación, cuando pidieron a la cantante Kumary Sawyers que los acompañara en tarima.

Tras de ellos aparecieron Los Ajenos; eran las 4:51 p. m. y el público estaba algo impaciente. Sin embargo, bastó un minuto para que la agrupación inyectara energía de sobra a los asistentes.

Con Luisga y compañía desfilaron éxitos como ¡Oh! , El verano ya llegó , Fua , Vuelo sin razón y hasta algunos covers que siempre conectan muy bien con un público, tal fue el caso de Voy a pasármelo bien o la popular Agárrense de las manos .

La mayoría del público disfrutó con moderación; no obstante, algunos muchachos terminaron ebrios, incluso antes del cierre.

Tras una intensa jornada en que la lluvia no apareció, fueron los mexicanos de 3BallMTY quienes pusieron punto final a la jornada.