La soprano María Antonieta Guzmán es una funcionaria ya pensionada, mientras que el tenor José Bernal Ono Mora es un joven estudiante de canto. Sus historias de vida son muy distintas; sin embargo, comparten el protagonizar la zarzuela Los gavilanes y ven realizado un sueño con esta producción.
En el caso de Guzmán, intérprete del personaje de Adriana, se trata de regresar profesionalmente al canto; ella abandonó su carrera como artista hace más 10 años.
Para Mora, será la oportunidad de debutar, en el Teatro Nacional junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, un anhelo que mantenía vivo cada vez que asistía a disfrutar un concierto con el ensamble.
Los sueños de ambos se harán realidad hoy, a las 8 p. m., cuando en el centenario teatro se presente esta zarzuela de Jacinto Guerrero.
Completan la lista de solistas del concierto el barítono Fitzgerald Ramos y la soprano Sofía Corrales. Además, el Coro Sinfónico Nacional tendrá una importante participación. La dirección musical será del español Luis Remartínez .
En total, serán tres funciones: jueves, viernes y el domingo. Hasta ayer, las fechas con menos localidades disponibles eran viernes y domingo. La función de hoy es la que ofrece mayor número de entradas disponibles.
Listos. La zarzuela de Jacinto Guerrero propone una historia tipo triángulo amoroso, donde el joven no logra casarse con su novia.
Años después regresa a su aldea y vuelve a encontrarse con su amor del pasado; sin embargo, se enamora de la hija de ella, lo cual crea una serie de conflictos inesperados.
Los gavilanes se presentó en 1985, a cargo de la Compañía Lírica Nacional. En aquel año, la orquesta la dirigió Raúl Domínguez y la dirección escénica estuvo a cargo de Andrés Sáenz.
Ahora, la zarzuela no será escenificada , sino que un narrador explicará al público lo que acontece entre cada número musical.
Guzmán siente que tanto ella como el resto de los artistas están listos para salir al escenario y cantar muy bien.
No obstante, reconoce que hay un poco de nervios por volver a pararse frente al público y hacer bien su labor.
“Yo no volví ni a vocalizar (tras el retiro del canto), pero esta zarzuela me hizo regresar. Cuando canté fue porque me encantaba; ahora, me estoy demostrando que puedo y le agradezco a Dios por esta voz que me dio”, añadió.
Ono Mora comenzó a estudiar psicología educativa; no obstante, a los 23 años, decidió que lo suyo era la música y le apostó todo al canto.
No sabía si tenía lo necesario para estudiar canto. Recordó que cuando estuvo en el Coro Surá, la directora, Angela Cordero, le decía que tenía potencial.
En estos años de estudio, en la Universidad Nacional, ha trabajado de la mano de Franklin Castro y Fulvio Villalobos; además, ha sido becado por la fundación MP , que dirige la destacada soprano costarricense Íride Martínez.
“Apenas estoy en tercer año de carrera; me llena de satisfacción el que aún no he terminado y ya me están tomando en cuenta para cantar con la Sinfónica Nacional, gracias a Dios que es quien me tiene aquí”, dijo Ono.