¿Cómo trasladar una novela adorada por millones de lectores a las seis cuerdas de la guitarra? Alonso Torres se atrevió a componer una obra que transmitiera las aventuras de El Principito , el personaje de Antoine de Saint-Exupéry, por medio de las delicadas tonalidades de una guitarra, acompañado por una pequeña orquesta.
Hoy, al mediodía, el intérprete Nicolás Alvarado tocará la obra junto con ocho músicos , y llevará a su público del Teatro Nacional a un viaje entre los planetas fantásticos creados por el autor francés.
El espectáculo incluye la proyección de imágenes realizadas en vivo por Marcelo Rodríguez. La presentación dura 30 minutos y se ofrecerá en “ Teatro al Mediodía ”, a las 12 mediodía. La entrada tiene un precio de ¢1.500.
Fantasía. “Esta obra nació a raíz de mi amistad con Nicolás”, narra el compositor. “Una vez, entre bromas, sugerimos componer algo basados en El Principito ..., y lo hice. Empecé a trabajar unas miniaturas para guitarras solas: piezas de entre uno y dos minutos de duración. Él las estrenó en su recital de bachillerato”, explica.
“Es un texto en el que uno siempre se puede refugiar. Siempre se puede renacer en ese libro”, señala Alvarado. “El tratamiento que hace el autor de la amistad es sumamente refrescante y alentador”, reflexiona el músico.
La obra se estrenó en el 2007 en su versión para guitarra sola, y la orquestación se agregó tras la sugerencia del músico David Coto de añadirle más instrumentos. Así nació una composición que incluye violines, viola, fagot, clarinete, oboe y arpa.
“Es una obra que, más allá de la identificación que uno pueda sentir con el texto, es muy interesante y retadora”, comenta el guitarrista Nicolás Alvarado.
El Principito se divide en 16 movimientos, breves narraciones musicales del paso del protagonista de la novela por los planetas. Visita al Rey, al Vanidoso, al Zorro y a la Rosa, entre otros personajes célebres del libro.
“A través de imágenes proyectadas se indica al espectador por cuál escena va”, dice Alvarado, pero también la música busca transmitir sensaciones relacionadas con cada encuentro.
“A diferencia de una obra narrada de teatro musical, la composición sugiere a los personajes e invita a la gente a identificarse con el personaje o número musical que prefiera”, dice Alvarado.
Para Torres, “los que son fanáticos del libro la van a disfrutar mucho. Es recrear el libro, recordar la historia y a los personajes a través de la música. Los espectadores pueden esperar música muy emotiva, compuesta con el corazón, más allá de algo intelectual”, indica.
“Para la parte de la guitarra, la principal dificultad interpretativa es poder asumir todos los roles emocionalmente: es casi una actuación del músico”, dice Torres.