El orgullo de ser afrodescendiente desfiló por las calles de Limón

Motivados Cientos de personas de todas las edades recorrieron la provincia con atuendos inspirados en sus raíces

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Las calles del cantón Central de Limón se llenaron de color, ritmo y afrocostarricenses orgullosos de celebrar el Día de la Persona Negra y su cultura en el Grand Parade.

Los protagonistas fueron cientos de personas que sobre una carroza o caminando por el bulevar mostraron vestimentas inspiradas en sus raíces africanas.

El desfile comenzó a las 2 p. m., con el Presidente Luis Guillermo Solís como invitado de lujo; él se vistió todo colorido, para recordar sus raíces negras. Al mandatario lo acompañó en sus primeros pasos una comitiva de dirigentes comunales, periodistas y ciudadanos que buscaban una foto.

El retraso de 30 minutos no molestó a los asistentes que armados, con celulares, sombrillas y sillas plegables, aguardaban sobre las aceras.

El parade del 2014 convocó a 44 grupos, la mayoría de Limón. Cada año esta actividad incrementa lo elaborado de los atuendos, al punto de que los diseños se vuelven algo tan importante que guardan con recelo cómo se ven, hasta momentos antes del comienzo del desfile.

Lo que los asistentes veían les encantaba; su mejor señal de aprobación se daba cuando tomaban su teléfono inteligente para retratar los vestuarios más vistosos y en otros casos los participantes del Grand Parade hacían una pausa para el selfie de rigor.

Aunque no se trata de un carnaval, la música estuvo tan presente como el calor sofocante de la tarde; los estudiantes y profesores del Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem) de Limón fueron de los primeros de llenar de sabor y calipso el desfile.

De igual forma la Banda Cantonal de Siquirres puso su cuota de ritmo, mientras que muy cerca de ellos los menores del Centro Educativo Adventista, que solo iban desfilando, no tenían más remedio que aguardar.

Satisfechos. Paula Martínez, limonense residente de Los Corales, fue una de las asistentes que acudió a disfrutar del parade del 2014; lo primero que notó es un incremento de los participantes, lo que le otorgó un mayor brillo.

Martínez agregó que “lo lindo” del Grand Parade es que les permite a las familias enteras acudir y disfrutar sanamente. Ella estuvo acompañada de su nieto e hija.

Ese colorido que el público disfrutó, tuvo puntos altos especialmente con agrupaciones como la Asociación Cultural Limonense Nefertiti y aún más con educadores del Ministerio de Educación Pública de la provincia.

La fama del desfile superó ya las fronteras del país, y cada año asisten más afrolimonenses residentes en el extranjero. Ese es el caso de Lloyd Cole, limonense que vive en Nueva York; él desfiló junto a varios integrantes de Ruth´s Mission de Brooklyn.

“Me parece fantástico (el parade ), porque todo esto es parte de nuestra herencia limonense que hay que preservar”, añadió Cole.

Winfred Theodore Cross Hancock, del comité organizador, comentó que gracias al aporte del desfile, nuevas generaciones están tomando conciencia de lo importante de conservar sus costumbres afrolimonenses, incluido el buen vestir.

“Es un desfile que es motivo de orgullo, orgullo por nuestra identidad y decir ‘¡soy afrolimonense!’”, afirmó este integrante del comité organizador.

Por mantenerse como una actividad familiar, en la que incentivan el sano disfrute sin alcohol, el comité cívico estima que su aceptación sobrepasa en buena parte a la de los carnavales de octubre.