A un año de su muerte, el legado musical de Facundo Cabral sigue vigente en el mundo. En radioemisoras y teatros de países como España, Venezuela, Guatemala, México y su natal Argentina, se realizaron ayer una serie de homenajes con la participación de artistas locales reconocidos y anónimos.
La huella de Facundo incluye más de 20 discos como solista, y cuatro en dúo con los cantantes Alberto Cortez y Andrés Jiménez.
Autor de canciones como No soy de aquí ni soy de allá , Pobre mi patrón , Vuelo bajo , La vida sencilla , Nada tengo que cuidar y El día que yo me vaya , Cabral también escribió decenas de libros que él consideraba simples “manuscritos” que se editaban y se imprimían.
Por su mensaje de esperanza a toda la humanidad, la Unesco lo declaró en 1996 Mensajero Mundial de la Paz.
Actualmente, se realiza en Buenos Aires, San Luis y Mar de Plata (Argentina), la filmación de una película biográfica a cargo del director español Imanol Uribe.
Homenaje. En nuestro país, el primer aniversario de la muerte de Cabral fue recordado por el programa de radio Pelando el ojo .
El imitador Norval Calvo, quien entre sus personajes incluye al cantautor argentino, destinó varios minutos del espacio radiofónico para rendirle un homenaje.
“Hace un año, tras la muerte de Facundo, pusimos a votación de los oyentes si deseaban que el personaje desapareciera de Pelando el ojo , pero la gente, arrolladoramente, dijo ‘no’, que tenía que quedarse los viernes con la acostumbrada reflexión de cierre de semana”, recordó el humorista, a quien el mismísimo Cabral nombró como su imitador oficial después de que muriera.
“En el programa de hoy (ayer) agarramos un bloquecito para recordar sus palabras y para poner al aire un extracto de la entrevista que le hicimos hace unos años, cuando estuvo en el país y lo invitamos al programa. Esa vez se alegró mucho porque logramos contactar vía telefónica al presidente Óscar Arias y conversó con él durante un rato”, añadió Calvo.
Entre 1974 y el 2010, Cabral visitó nuestro país en 16 ocasiones. Sus presentaciones llenaron las butacas de los teatros Nacional y Melico Salazar, en San José.