La décima creación en solitario del de por sí único Ozzy Osbourne, Scream , está al alcance de la mano en suelo costarricense.
Es que, oficialmente, el álbum publicado el 22 de junio pasado, ya entró a las tiendas del país. Según confirmó Sony Music Costa Rica a Viva , el Scream fue distribuido en las principales ventas de discos, a un precio recomendado de ¢7.300.
El álbum que ha vuelto a poner el nombre de Ozzy Osbourne en el mercado y en los medios especializados, ya no por sus escándalos, sino por su música; está usando el tema Let Me Hear You Scream como punta de lanza.
Son 11 temas los que contiene este disco que, además, muestra las posibilidades de la nueva banda que ahora acompaña al ex-Black Sabbath: Blasko, en el bajo; el guitarrista Gus G., quien sustituye a Zakk Wylde; el baterista Tommy Clufetos, quien pasó a ocupar el espacio que por años fue del Faith No More, Mike Brodin; el tecladista Adam Wakeman –hijo del famoso Yes, Rick Wakeman–.
Quien sea seguidor de hueso colorado de Ozzy, sabrá lo que significa este Scream . Es el primer álbum de Ozzy en el que no está Zakk Wylde, quien fue compañero de Ozzy desde su disco debut No Rest For The Wicked y se esfuma también Mike Bordin, quien acompañaba a Ozzy desde el 2001, cuando debutó en el Down to Earth .
Gritar, gritar. Sacándole hasta partido al nombre de su álbum, Scream ( Grito ), anda Ozzy.
Osbourne, hizo que más de 52.000 personas reunidas en el Estadio Dodger (Los Ángeles), establecieran un nuevo Guiness récord por el grito más largo realizado por una multitud.
El grito se dio el viernes 11 de junio, durante un juego, fue grabado y verificado por Stuart Claxton de los Récords Guinness Mundiales y además se convirtió en una especie de celebración por el lanzamiento del Scream . Grito con grito se alía.
Por tanto, el hombre de No More Tears y Mama I'm Coming Home tiene ya en sus manos el título de el récord mundial Guiness al grito más largo por una multitud.
Tanto esfuerzo de tantas gargantas tuvo fines humanitarios. ThinkCure!, una institución no lucrativa que apoya la búsqueda de curas para el cáncer, fue beneficiada con parte de las entradas.
Esta es una enfermedad con la cual Ozzy tuvo que verse casi a cara pues su esposa, Sharon Osbourne, quien es una sobreviviente del cáncer de colon.