El charro Vicente Fernández se llevó de interminables muestras de cariño de los ticos

El charro mexicano le cantó a su pública por dos horas y 40 minutos; la gente premió sus temas y su voz con aplausos y coros en sus canciones

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Luego de dos horas y 40 minutos, el charro Vicente Fernández se despidió de su público tico, una reverencia, los brazos abiertos y, de fondo, las voces de los miles de fanáticos que, a las 11: 16 p. m., de ayer cantaban Y volver, volver, volver, a tus brazos otra vez .

Como artista, Vicente Fernández se dio el lujo de cantar temas que, como él mismo dijo, le agrada tener la oportunidad de interpretar. Fue así como ofreció su propia versión de My Way , desde luego, interpretada en español.

La noche se acercaba cada vez mas a la medianoche, pero, Chente mantenía su palabra de seguir cantando, mientras le siguieran aplaudiendo.

Así se dedicó a interpretar El rey , canción que hizo que todos en el Estadio cantaran. Sobre la gramilla, el público prefería estar de pie, posiblemente así sus voces llegarían más fácil hasta donde el charro.

Una sentimental versión de Mi viejo siguió en el repertorio.

De lo sentido a lo alegre, a las 10:55 p. m. interpretaba Guadalajara , demostrando que si se retira es porque quiere dedicarse a disfrutar, pero no porque le falte voz para cantar.

Para este momento, él decidió volver a poner sobre su cabeza el enorme sombrero que lo identifica como un auténtico mariachi mexicano.

Para algunos asistentes ya era mucho del concierto, por lo que no lo pensaron para abandonar el Estadio Nacional, aun y cuando Chente seguía interpretando memorables temas de la talla de La ley del monte y De que manera .