El cantante Carlos Rivera entona su propio grito de ‘Guerra’

El artista mexicano, quien estuvo esta semana de visita en el país, habló con Viva sobre su más reciente álbum, en el que promueve la esperanza como motor de vida.

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Tenía tan solo 17 años cuando comenzó, formalmente, a transitar por el camino que lo lleva, cada día a cumplir su sueño: darle vida con su voz a esas letras que revelan su lado más personal.

Desde ese momento, en el que ganó el reality show mexicano La Academia, el cantante Carlos Rivera entendió que una de sus más grandes pasiones conllevaría el esfuerzo diario de retarse y siempre salirse de lo que podría ser su zona de confort.

Es así como, a sus 32 años, no ha temido dar un paso al frente y demostrar su talento en la música, la composición y el teatro. Para él, lo más importante es encontrar en cada oportunidad el empujón necesario para avanzar y crecer en una industria tan competitiva.

Hoy, tras vender millones de discos y presentarse en importantes escenarios de todo el mundo, Rivera promociona su quinto álbum de estudio: Guerra, en el que le rinde un homenaje a su mamá y busca hacer de la esperanza el más importante motor de la vida de sus fans.

En una visita relámpago a Costa Rica, el mexicano conversó con Viva sobre lo que significa para él escribir canciones tan personales y su rol como coaches de La Voz... México, en donde tiene la oportunidad de guiar a otros en sus inicios en el mundo de la música.

Siendo compositor, ¿qué tan personal se vuelve plasmar su realidad en las canciones?

Sabes que ser compositor es algo que a mí me encanta, porque me permite expresar muchas cosas que yo siento y hasta me sorprendo. Muchas de las canciones las escribo como un impulso de algo que siento que tengo que decir y yo exploto en una canción, tanto de amor, como de tristeza, desamor, rabia, de lo que sea que esté viviendo. Siempre he dicho que si alguien quiere conocerme puede hacerlo a través de mis canciones, porque yo siempre he sido muy reservado con mi vida privada como artista, así que no soy de subir fotos con mi familia o con mi novia a las redes sociales. Cuando me preguntan el por qué, solo les digo que escuchen mi música el tema Que lo nuestro se quede nuestro y que lo dice todo (ríe).

¿En algún momento esperó que el público se identificara tanto con esas letras tan personales?

La verdad es que no y realmente es algo que aún me sorprende, el hecho de que mis fanáticos las conviertan en sus canciones favoritas. Me acuerdo cuando escribí Si te vas y creí que solo yo iba a entender el significado de esa canción y hoy es un himno para mis fans, porque habla de los sueños y que nadie te diga que no, se ha convertido en un momento único del show. Tengo que agradecérselo a Franco de Vita, quien fue que me empujó a grabar mis canciones, así que gracias a sus regaños, hoy tengo esa maravillosa oportunidad, a pesar que desde que tenía ocho años me expresaba por medio de mis canciones.

¿Cómo siente que esta decisión transformó su carrera?

Desde mi tercer disco, El hubiera no existe, empiezo a grabar mis canciones y eso creó una mayor conexión con la gente y será por eso, porque cree un lenguaje propio. Eso me hizo tener mi propia identidad, mi propia música y mi propia historia. Al final, he reforzado mucho el lenguaje del amor, pero también de los sueños y eso te hace encontrarle un mayor sentido a lo que haces. El logro es saber que eso te permite que las personas vibren y se identifiquen con la música que haces.

De hecho, en el disco Guerra tiene una canción que se llama Mi locura que habla precisamente de eso, de perseguir los sueños a pesar de recibir un no en la vida.

Yo soy partidario de la buena rebeldía, es decir, de la rebeldía con causa. Puedo decirte que me considero un rebelde con causa, porque creo en que uno siempre tiene que rebelarse contra todo aquello que atente nuestros sueños. Esta canción la hice partiendo de un discurso que di al recibir un premio y en el que le decía a los jóvenes que miles de veces me dijeron que estaba loco cuando expresaba que quería ser cantante. Sin embargo, que si gracias a esa locura pude vivir todo lo que estoy viviendo, bendigo a la locura y a todos los que estamos locos y que no nos curen nunca (ríe).

El nombre de este álbum, Guerra, está inspirado en una historia de amor. ¿Cómo dos conceptos que pueden parecer opuestos se unen en esta producción?

(Ríe) Es cierto. La razón de Guerra viene una historia de amor, porque es el apellido de mi mamá, y creo que, inconscientemente buscaba enaltecer esa parte femenina que aportó tanto a mi vida. Yo vengo de un matriarcado total, pero yo siempre decía en dónde quedaba mi mamá y todo lo que aportó ami vida. Decidí que en este disco pondría, al menos, su nombre y apellido.

Hace 15 años ganó el concurso La Academia y hoy es uno de los coaches de La Voz... México. ¿Qué significa para usted el estar hoy del otro lado y guiar a otros en sus sueños de cantar?

Es increíble y es una gran responsabilidad el tener la oportunidad de ayudar a otros. Solo busco que cada uno de ellos entienda que el cantar es una pasión por la que trabaja todos los días.