Eduardo Ulibarri, embajador en la ONU, canta por la paz y el diálogo

Cinco embajadores ante la ONU participaron en la iniciativa de Friendship Ambassadors Foundation para grabación con fines benéficos

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El embajador costarricense en la Organización de las Naciones Unidas, Eduardo Ulibarri, está acostumbrado a sentidos discursos que promueven la paz y el entendimiento entre las naciones. Ahora, junto con otros cuatro diplomáticos, buscan emocionar con una aventura en el canto.

El exdirector del periódico La Nación participa en el disco Ambassadors Sing for Peace, una iniciativa de la Friendship Ambassadors Foundation (Fundación de los Embajadores para la Amistad, FAF). La embajadora de Rumania ante la ONU, Simona-Mirela Miculescu, invitó a cuatro colegas a cantar éxitos del pop que versaran sobre la paz con coros juveniles.

El canadiense Guillermo Rishchynski; el representante de Cabo Verde, Antonio Pedro Monteiro Lima, y Marlene Moses, de Nauru, completan la lista de cantantes.

"Me pareció muy interesante que todas las canciones giraran en torno a temas como paz, tolerancia y entendimiento", cuenta Ulibarri. El diplomático aceptó la invitación con la condición de que primero se probase si funcionaría. El disco fue producido por Gary Fry, y se grabó en un estudio neoyorquino que donó sus servicios. Las ventas del material financiarán proyectos de cooperación de la FAF.

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"Fue muy grato compartir en ese terreno tan distinto con otros colegas. Ha sido una experiencia enriquecedora, satisfactoria, y estimulante", comenta Ulibarri.

Según el representante diplomático, la iniciativa "puede ser un aporte para crear conciencia sobre la importancia de la paz". Para Ulibarri, este tipo de trabajos son una "proyección del trabajo diplomático" hacia otros campos.

Amistad. Las canciones seleccionadas se interpretan en inglés, francés, latín y español. En particular, Ulibarri participa en dos: la colectiva Heal the World (original de Michael Jackson) y una que eligió por su letra y su estructura musical: Una canción para la paz, de José Luis Perales. "Su contenido es muy interesante y relevante para el disco", comenta Ulibarri.

"Me siento muy satisfecho, pero esto no quiere decir que vaya a emprender una carrera de cantante", bromea el diplomático.

El embajador está consciente de que el disco es un gesto simbólico, una creación que representa la posibilidad de entenderse. "Son iniciativas que deben verse con sentido de realidad; eso tampoco puede matarle a uno el entusiasmo. Es un granito en un montón de arena", confiesa Ulibarri. En un momento en el cual se discute la posibilidad de una intervención militar en Siria, la música es el recordatorio de que hay otra vía: el diálogo.