Diego El Cigala plasmó en nuevo disco su pasión por el bolero: “Estoy emocionado...lloré mucho”

Desde su casa en República Dominicana, el gitano habló sobre su nueva producción ‘Obras maestras’, la cual contiene 10 clásicos de la música latina en tonos flamencos

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Cuando Diego El Cigala habla sobre la música latina, la sonrisa en su rostro se hace grande. Cuando recuerda a su padre escuchando en casa a Lucho Gatica o a Roberto Carlos sus ojos brillan; y cuando repasa cómo veía a sus grandes ídolos en la televisión, como José Feliciano, las memorias lo llevan a sus raíces.

Es por esa pasión que el español no deja de rendir homenaje a las obras maestras de la música latinoamericana, tal como lo hizo recientemente con un disco de boleros y como lo había hecho antes con uno de tangos y otro de salsa.

Desde su casa en República Dominicana, El Cigala, la voz más referente de los gitanos, habló sobre el estreno de Obras maestras, un compilado de nueve grandes boleros y una salsa que interpretó con todo el sabor flamenco que lo caracteriza. Hay temas de Alfredo Gil, Osvaldo Farrés, Armando Manzanero, Luis Cáceres y Rubén Blades, entre otros.

El disco contiene canciones como Adoro, Sin un amor, Desahogo, Toda una vida y Todos vuelven.

Darles más grandeza a esas obras maestras era una tarea titánica. Cada letra y cada acorde de estos temas icónicos del bolero y la salsa ya tienen una vida hecha, un reconocimiento internacional y un lugar muy especial en el público; así que Diego se propuso ponerles su corazón para hacerles un homenaje y llevarlas a sonidos diferentes.

La producción duró tres años de investigación, trabajo y esfuerzo; pero el resultado final fue todo lo que El Cigala esperó. “Cuando lo escuché lloré”, confesó en la entrevista que le dio a La Nación a propósito del estreno del disco, que ya está disponible en plataformas digitales.

A continuación, un extracto de la conversación en la que, como es usual, Diego se mostró feliz, amable y muy bromista.

-¿Por qué hacer este homenaje a los boleros si ya pasamos por el tango y por la salsa brava. ¿Por qué meterse en esta idea tan loca?

-A mí, desde toda la vida, me ha gustado el bolero, desde que mi señor padre llegaba del tablao (en España los salones donde se cantaba flamenco) a la casa y se ponía a escuchar a Antonio Machín, Benny Moré, a Lucho Gatica y a Roberto Carlos. Yo los veía a ellos en los programas de televisión y eran como mis ídolos, por ejemplo, José Feliciano. Entonces yo quería darle al bolero esa pizca del flamenco para transmitir, cantar el bolero como si estuvieras cantando una bulería.

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-Los sentimientos del flamenco y del bolero son muy parecidos: intensos, desgarradores...

-Así es, son muy emocionales, son demasiado emocionales. Son de corazón, muy de la tierra. Aquí en Dominicana los ritmos son el merengue y la bachata, en Colombia es el vallenato, en México son las rancheras y en España está el flamenco; pero ahora es el flamenco pasado al bolero, con todos estos genios de esos boleros que hemos puesto, y que yo los he escuchado de niño. A mí, sinceramente, me han roto el alma de felicidad.

-El resultado de ese trabajo es muy importante y fuerte tanto en los arreglos como en su voz, ajustándose a la idiosincrasia del latino.

-A mí, lo latino, me gusta mucho, la música latina me encanta. Los grandes cantantes como Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, Ibrahim Ferrer, Omara Portuondo, Chavela Vargas o Mercedes Sosa, son como mi corona y se me ponen ahí arriba y me mandan.

”En el caso de mi querido Armando Manzanero, que se han hecho no sé cuántos covers de Adoro en el mundo, yo estoy tan feliz y orgulloso por llevar a cabo esta canción de esta manera, que la escucho y me emociono. Adoro yo la he vivido desde mi infancia con mi señor padre y mi señora madre, la he escuchado cantar en los bares, por las calles”.

-¿Qué tuvo que hacer como artista para ajustar el bolero a su estilo en estas piezas? ¿Qué trabajo realizó como intérprete?

-Como intérprete fue algo muy íntimo, con mucha soledad, era solo la cabina, Dios, mi corazón y mi garganta. Cuando llegaba al estudio mi cara era otra al entrar, pisaba y ya estaba en secuencia y con ganas. Lo que pasa en los estudios es que suelen ser fríos, entonces el clima lo tienes que crear tú. Cuando me ponía los audífonos y escuchaba la música, me entraban unas emociones y unas grandes ganas de cantar.

-Al final del disco no podía quedar por fuera una salsa...

-¡Claro que sí, está Todos vuelven de mi querido Rubén Blades! A él le quiero y le amo, desde aquí le mando mis mayores abrazos, es un maestro, un genio. Es un honor que no quepo en mí, al poder haber tenido esa gran responsabilidad de hacer Todos vuelven y, por supuesto, de haber tenido la colaboración especial en la percusión del conguero mayor que ha existido en todos los tiempos que se llama Giovanni Hidalgo.

-¿Qué sintió cuando escuchó por primera vez el disco?

-Lloré mucho, señores, lloré mucho. Me siento muy feliz y emocionado. Le tenemos que dar gracias a Dios sobre todas las cosas y esperemos que la gente lo disfrute y se emocione tanto como yo.

-Es el gitano latino por excelencia, ya es parte de nosotros...

-Sí, yo les pertenezco. Soy gitano pero dominicanizado. Tengo algo con los latinos en mis vidas pasadas, tengo algo que ver con los latinos, porque si no, ese “melao” no llega.

-¿Cuándo vuelve a Costa Rica?

-Ay, ¡Pura Vida! Mi Costa Rica que la quiero. Ese pedazo de teatro (el Melico Salazar) que tanto me gusta, ¡Dios mío! Creo que en este año que entra ya vamos a estar, tenemos que hacer un pedazo de presentación en mi querida Costa Rica con la gente que tanto amo y que tan buenas noches me ha dado como público.

-Usted Tiene que aprender a bailar bolero pirateado, como lo bailamos en Costa Rica...

-¡Ay, yo quiero aprender! ¿Cómo es posible que yo tenga ritmo y baile menos que un “gato escaldado”. Creo que con un poquitico de swing se coge rápido.