En la actualidad, James Blunt recorre el mundo, guitarra en mano, para tocar sus temas antes miles de personas.
Sin embargo, a finales de la década de los años 90, el artista formó parte de las tropas de la OTAN que buscaban una salida a la sangrienta guerra que durante esos años se apoderó de los Balcanes, protagonizada por los albaneses y los serbios.
Blunt fue nombrado capitán y lideró una tropa de 30.000 personas que servía en Kósovo, con lo cual repitió el ejemplo de su padre, quien también fungió como capitán en el Ejército.
Sin embargo, la inquietud musical siempre estuvo presente dentro del joven soldado. De hecho, buena parte de lo que fue su álbum debut fue escrito durante sus días en el campo de batalla.
No Bravery , uno de los temas que componen su álbum debut Back to Bedlam , es el único que fue escrito en su totalidad durante su estancia en Kósovo.
“La compuse mientras descansaba, junto a mi tanque, en mi saco de dormir y con las botas puestas. La canción es muy fatalista, el resto del álbum también lo es”, cuenta Blunt.
A los 27 años, Blunt se retiró del Ejército británico para concentrarse en su incipiente carrera musical, sin tener idea del éxito que gozaría de inmediato.
Además, en la actualidad está involucrado en varias causas benéficas, para las cuales recoge fondos durante sus conciertos como Médicos sin Fronteras, cuyo trabajo observó como testigo directo en Kósovo, o con Amigos de la Tierra, institución dedicada a combatir los efectos del cambio climático en el planeta.