Eran cerca de las 7 a. m. de este miércoles cuando el celular del cantante cristiano Danilo Montero sonó. Su colega Marcos Witt le mandó un mensaje de texto para felicitarlo por la nominación a uno de los galardones del Grammy Latino.
“Pensé: '¿Cómo?'. Me quedé paralizado, yo no me había enterado de nada; fue por él que me di cuenta y estoy emocionadísimo. No dejo de sorprenderme”, comentó Montero.
El costarricense, radicado en Houston, disputará la categoría de mejor álbum cristiano en español con el mismo hombre que le dio la noticia (Witt), así como con Amor Mercy, Lenny Salcedo, Nirlon Sánchez, Marcos Vidal y Coalo Zamorano. Montero fue postulado por su disco La carta perfecta - en vivo.
“Ese premio quedará en buenas manos, sin importar quién lo gane. Todos tienen trayectorias largas; es gente excelente en lo que hace. Ellos se merecen por completo este reconocimiento”, agregó.
Eso sí, aseguró que, independientemente de lo que pase el 20 de noviembre (día que entregan los galardones), el sector cristiano de Costa Rica ya ganó.
“Hago este tipo de música por vocación porque es lo que debo de hacer en la vida. Cuando hago un disco no pienso necesariamente en un reconocimiento, pero el hecho de que te consideren una persona apropiada para uno de ellos, es muy valioso... La gente se da cuenta de lo que hacemos y eso es importante. Ya nuestro público cada vez es más grande y eso es lo que nos trae hasta aquí. Sin duda alguna, esta nominación da ánimo a jóvenes que aceptan el reto de hacer música cristiana y eso es excelente”, comentó el cantante.
Experiencia. Danilo Montero, quien tuvo su primera postulación a los Grammy Latino en el 2010, dedujo que lo que pudo haber llamado la atención de este disco es que es muy íntimo.
“Quisimos hablar del amor de Dios y difundir el mensaje esencial del cristianismo: hay un amor que nos ha buscado y que nos ha perdonado nuestros pecados. Para acompañar bien la idea, le dimos un sonido mucho más acústico, más cálidos. Mi voz es mucho más suave, como si te estuviera hablando al oído”, explicó.
Además, quien escuche la producción puede percibir a un cantante más maduro, que experimenta la etapa de ser papá.
“Desde hace cuatro años, soy padre de una niña (Victoria). Eso que yo siento cuando estoy con ella no lo puedo excluir cuando me senté a producir el disco. Aparte de eso, también soy director espiritual de una comunidad crisitiana y eso hace que no solo piense como artista, sino también como una persona que quiere ayudar a los demás a navegar por la vida de la manera más sana”, concluyó.