Crítica de música: Gamma Ray en Costa Rica fue virtuosismo y estimulación

En su tercera visita al país, la banda de power metal encantó con un repertorio de sus temas épicos

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Un concierto de Gamma Ray viene acompañado de un ritual. Por ejemplo, sus piezas invitan al público a sumarse enérgicamente a cantar los estribillos, generalmente explosivos y emocionantes.

Provocan el intento de replicar la voz principal, pero suele ser tan aguda, que lo más realista es emularla en una registro más grave y menos heroico. Además, recurrentemente los solos de guitarra podrían ser coreados, por sus melodías cantables.

Por último, lo usual es hacer headbanging para marcar con la cabeza el golpeteo veloz del redoblante, en un ejercicio apto para adultos en medio de un pico de azúcar.

Así, con todas estas prácticas, en su tercera visita a Costa Rica, Gamma Ray maravilló a la audiencia local. Kai Hansen, como héroe de esta historia, lideró a un escuadrón artífice de piezas potentes de sonoridades fantásticas.

Esta es la primera vez en la que el alemán nos visita sin ser el cantante principal de su propio proyecto. En cambio, Frank Beck tomó las riendas vocales de gran parte del material. Lo hace muy bien, aunque no se le percibe como un gran frontman.

Entre los instrumentistas habituales solo estuvo el bajista, Dirk Schlächter, pues, por problemas de salud, la guitarra y batería fueron tomados temporalmente por el finés Kasperi Heikkinen y el italiano Michele Sanna, respectivamente.

La ausencia del titular Henjo Richter obligó a poner pistas de teclado en algunas piezas, sin que se convirtiera en un recurso molesto.

La verdad es que los reemplazos hicieron una labor admirable, considerando los retos técnicos que presentan las composiciones. Hay que tomar en cuenta que muchas piezas se ensamblan con diferentes partes que las convierten en rapsodias épicas. Además, conllevan cambios rítmicos e interesantes juegos de voces con notorio dramatismo.

El quinteto no cesó de sorprender con ejecuciones pulcras e intensas a lo largo de un maravilloso repertorio que podríamos describir como complaciente, pues consistió —en su mayoría— de favoritas de la audiencia.

Rebellion in Dreamland fue una de esas piezas fuertemente anheladas, cantadas con mucha energía, así como Masters of Confusion.

Hubo espacio para algunas variaciones de las versiones en estudio, por ejemplo, un arreglo más acústico y tranquilo en una parte de Man on a Mission, que sonó seguida de gran la “balada”, The Silence.

En su segundo encore, el setlist cerró con Heading for Tomorrow, que musicalizó los mejores 14 minutos de la noche. Como podía haberse esperado Gamma Ray fue virtuosismo y estimulación.

El concierto de Gamma Ray en Costa Rica

Artista: Gamma Ray

Fecha: 14 de abril, 2024

Lugar: Pepper Club

Organización: Black Line Productions