Crítica de música del concierto de Rosana: Talento sin protocolo

La española se presentó en nuestro país como parte de la gira En la memoria de la piel

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En inglés el término front man se utiliza para calificar al líder de una banda. Es en quien recae la labor de interpretar la melodía principal y quien, eventualmente, también puede ser un show man, es decir, que, además, se encarga de aderezar las presentaciones con un poco de espectáculo y entretenimiento.

El concepto equivalente en femenino (front woman) no es tan popular, pero si hay alguien que se lo merece es Rosana. Su presencia en el escenario es imponente por el poder de su voz, su encanto natural y por su capacidad de apropiarse no solo de la tarima, sino también del aforo entero, haciendo con él lo que le plazca.

En su ejecución no hay poses, todo se percibe natural y transparente, no hay actuaciones forzadas, sino solo empatía.

CRÓNICA DEL CONCIERTO: Rosana removió sentimientos y erizó la piel de sus fans

Las composiciones de la artista española son sencillas, girando en círculos armónicos básicos, a veces –inclusive predecibles–. Las estructuras son también muy tradicionales, con fuertes coros memorables y letras fácilmente digeribles. Esto, que no se malentienda, no tiene nada de negativo.

Su lírica es clara, con el uso de figuras literarias que adornan, sin que se pierda el fondo de cada historia relatada. Abundan las referencias a lo intangible, a esos momentos que ya no están o que nunca han sido ni serán. Rosana le canta mucho a la añoranza y al anhelo, a los deseos y a las memorias; así aparecen la esperanza y la desazón, algo por lo que todo ser humano pasa en algún momento de su vida.

Sus composiciones se rozan con una frontera poco marcada entre el pop y el arena rock, caracterizado por esos coros potentes y la mezcolanza entre las canciones con guitarras distorsionadas, con baladas más pausadas y melancólicas o amorosas.

En su último concierto en el país sobresalió un sonido con el que fue posible escuchar con detenimiento la instrumentación de los cuatro músicos que acompañan a esa líder incansable que muy pocas veces soltó la guitarra.

En otro apartado técnico, el encargado de la iluminación aprovechó mucho mejor el recurso de luces que como lo han hecho los técnicos de otros artistas extranjeros que, en los últimos años, se han presentado en el mismo espacio.

ENTREVISTA: Rosana: 'Me gusta procesar la vida por medio de las emociones y pensar con el corazón'

Las proyecciones también fueron parte de la puesta en escena, pero en este apartado, me resulta inevitable referirme a los textos diseñados con PowerPoint que se vieron en la última canción. Resulta extraño que un artista de la talla de Rosario tenga proyecciones de tan pobre producción. No se entiende si es por el mal gusto, por falta de presupuesto o por una mezcla de ambas.

Fue grata la inclusión, en medio concierto, de dos cantantes nacionales en diferentes piezas. Mientras que Maria Fernanda León mostró gran soltura y comodidad, a la novel Made se le notó insegura en su participación, al igual que en su actuación con dos temas antes de la presentación de Rosana.

A la artista española no se le notó una pizca de timidez o duda. En cambio, se permitió romper el protocolo con la audiencia, con sus músicos y con ella misma, para brindar un show especial, dinámico y hasta divertido.

El concierto

Rosana

Artista invitada: Made

Lugar: Teatro Popular Melico Salazar

Fecha: 21 de junio

Producción: 94.7 FM