San José (Redacción). El trueque fue de esta forma: Apocalyptica entregó casi hora y media de música para repasar, con su énfasis en los chelos, casi todos sus ocho discos publicados; a cambio, Costa Rica le envolvió aplausos, y no una, sino varias veces. Cantó, ovacionó y pidió “¡otra, otra, otra!”.
Eso fue lo que sucedió anoche en el Pepper’s Club (límite de Zapote y Curridabat) durante el concierto que Eicca Toppinen, Paavo Lötjönen , Perttu Kivilaakso y Mikko Sirén (batería) ofrecieron para cumplir una segunda visita a Costa Rica. La primera vez que se dejaron ver en vivo en la tierra tica fue en el 2005 y en el ya no existente Planet Mall .
Eicca Topinnen parecía tener fresco aquel recuerdo. En un inglés de marcado acento finlandés, recordó, frente al gentío de anoche, que habían venido en el 2005 y que, en aquel momento, el público era muy bueno, pero que el convocado en el Pepper’s estaba “mejor”. Hacía clara referencia al entusiasmo con el cual los fans los recibieron en el sitio anoche. Habían levantado sus puños para acompañar las notas y hasta cantado.
El Pepper’s se hizo una sola y potente voz cuando Apocalyptica interpretó sus versiones sobre temas de Metallica. Así, el gentío hizo las veces de cantante para Master of Puppets , Nothing Else Matters y la enérgica Seek & Destroy .
En calidad de cantante invitado, tomó el escenario Tipe Johnson, un ex-Leningrad Cowboys, que se hizo cargo de interpretar temas como I’m Not Jesus , Not Stroung Enough e I Don’t Care .
Apocalyptica abrió esta segunda visita a Costa Rica con On the Rooftop With Quasimodo, que corresponde al 7th Symphony , álbum de reciente publicación y que justifica y nombra al actual tour mundial.
Apocalyptica apareció en el escenario a las 8:20 p. m., tras un perfomance de apertura a cargo de un Dj Dusk y con visuales del artista del grafiti Piloy. Aunque el trabajo de la mezcla sonora al principio estaba bien hilado, en especial dentro de la tendencia industrial, el número de apertura pareció poner de muy mal humor al público cuando se tomaron temas de bandas fundamentales del género duro, como Megadeth, y fueron presentadas muy dentro del formato de música electrónica. Así, al filo de las 8 p. m., hizo el público su protesta con silbidos y algunos insultos. Quedaba claro que la propuesta de Dusk no era la pertinente para matizar durante la espera de Apocalyptica.
Sin embargo, cuando se apareció Apocalyptica la noche fue otra cosa. La descarga de metal sinfónico fue total, firme y con un show bien estructurado que llevó a los asistentes desde lo acelerado de Life Burns! hasta lo melancólico de Quutamo y Psalm 1 hasta dejarlos arriba, muy arriba, con Inquisition Symphony o Hall of the Mountain King, que puso punto final al show.
Costa Rica Metal, Cráneo Metal y Skypnet, organizadores del concierto, confirmaron que la asistencia oficial al mismo fue de 1.650 personas.