La esperanza de ayudar a los jóvenes a seguir estudiando fue el propósito común que unió a cinco bandas de hardcore y punk rock ticas, que se presentaron como parte del Hope Fest ayer por la tarde y noche, en el Club Pepper.
El festival tuvo como objetivo recaudar fondos para la creación de un skate park en el Liceo Villarreal, de Santa Cruz de Guanacaste, con el fin de incentivar a los estudiantes a terminar sus estudios.
A las dos de la tarde comenzó el concierto. Los encargados de encender los motores de una travesía de ocho horas fueron los muchachos de Respirando un Nuevo Día, agrupación de metal cristiano, que dijo presente con el fin de aportar su talento a la causa de la Fundación Acción Joven, organizadora de la actividad
The Movement in Codes subió de segundo a la tarima. Ellos tocaron para unas 100 personas que había en el sitio en ese momento y para los invitados especiales del concierto: un grupo de jóvenes estudiantes del Liceo de Villarreal, que son parte del programa que promueve la Fundación.
Durante la presentación sonaron piezas como Shadowboxing y Ricochet, de su nueva producción musical The Art of Falling Down.
Para el vocalista de la banda, Marcos Monnerat, ser parte de este espectáculo les generó mucha satisfacción. “Es una causa diferente y supertuanis; esto va a ayudar a la gente joven”, dijo.
Más música. La tercera banda en sonar fue Inersia. Los músicos tocaron Oponentes y Realidad en contra, entre otras, lo cual logró poner a bailar a los presentes.
La banda Confrontación capturó al máximo la atención del público. Comenzaron con la canción Reality Check, mientras que un joven colgaba del techo suspendido por unos ganchos directamente pegados a su piel.
El cierre de los nacionales estuvo a cargo de Bufonic, que tocó para un público más grande: había en el lugar unas 200 personas.
Bufonic tocó ocho canciones, entre ellas Al despertar y El eco.
Para el final del festival estaban programadas las bandas extranjeras Synco Destroyo, Such Gold, Bane y Strung Out.