Bon Jovi inyectó buena dosis de rock

En su regreso al país, la banda estadounidense ofreció un vistoso espectáculo, aunque no logró llenar el estadio

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Aunque no fue el llenazo que muchos esperaban, la banda Bon Jovi sí cumplió al entregar un intenso show de rock anoche en el estadio Saprissa.

Con una mezcla de sus éxitos, temas nuevos y un despliegue de tecnología y efectos, la banda originaria de Nueva Jersey demostró por qué se han mantenido 27 años en la cima.

No obstante, no fueron tantos los que respondieron a la invitación de sumarse al círculo íntimo de Bon Jovi, pese a los 17 años de ausencia en suelo tico y al hecho de que traían uno de los shows más populares del mundo.

Cuando el cantante Jon Bon Jovi habló con Viva el mes pasado y dijo que el concierto de Costa Rica sería el más pequeño de la gira, no sabía cuán ciertas serían sus palabras.

Sin embargo, eso no fue impedimento para que tanto la banda como los asistentes vivieran una fiesta. De que hubo rock, lo hubo y por montones.

Cuando a las 9 p. m. se apagaron las luces, el griterío se apoderó del estadio Saprissa. Mientras palabras en inglés como “amor”, “esperanza” y “optimismo”, entre otras, fueron formando un círculo en la pantalla que cubría el fondo del escenario.

Era claro. Bon Jovi estaba por salir. Las siluetas de los cuatro miembros de la banda aparecieron en la pantalla gigante y provocaron aún más gritos. Sin embargo, no fue sino hasta que aparecieron ellos, en carne y hueso, que la euforia se apoderó de los espectadores.

Como ha sido costumbre en la mayoría de los fechas de la gira The Circle, el primer tema fue Blood on Blood, canción que apareció en su álbum New Jersey (1988) y con la que encendieron a sus fans.

Cada vez que el vocalista sonreía a las primeras filas o volvía a ver a las graderías, la locura reinaba en el estadio.

Después de ese viaje al pasado, la agrupación se trasladó hasta su más reciente material con We Weren’t Born to Follow, uno de los temas de su álbum del año pasado The Circle, mientras que en la pantalla se observaban mensajes en inglés como “rompe las cadenas” y “un mundo”. La gente seguía el ritmo con sus manos en el aire.

“San José, Costa Rica, ¿están conmigo? Muéstrenme lo que tienen”, fue el saludo del cantante.

Si la gente venía a escuchar los más grandes clásicos del grupo, por supuesto que se los dieron. El primero de ellos fue You Give Love a Bad Name, con la que lograron sacar al adolescente que muchos adultos traían consigo.

La energía que la banda ofreció arriba del escenario se apoyó con un potente juego de luces que sirvió para acentuar los momentos más intensos de su nutrido repertorio.

Jon Bon Jovi se entregó a su público con sus gestos, su sonrisa cómplice y moviéndose de un lado al otro de la tarima.

“¡Pura vida, San José!, ya me estoy calentando”, dijo el intérprete.

Al cierre de esta edición, el grupo seguía comandando su espectáculo roquero con Bad Medicine, mientras el público le respondía y se hacía sentir enorme, sin importar cuántos eran en realidad.