Bernardo Quesada y Rumba Jam se sirven en buena salsa

Hay pactos sabrosos, y este: un hombre de la canción de autor que decide meterse de lleno en la salsa y un ensamble potente que tiende también al jazz. De ahí, nace Donde te espera mi nombre, disco que será presentado mañana y es ¡pa’ bailar!

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“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, dice una parte del Pedro Navaja que Rubén Blades convirtió en todo un clásico de la salsa dura. Le viene la frase al pelo a Bernardo Quesada y a Rumba Jam, ya que es en salsa como se sirve este hecho.

¿Quién iba a imaginar que de una celebración de cumpleaños saldría un disco? Ese es Donde te espera mi nombre, obra entre Bernardo Quesada y el joven de edad, pero maduro por experiencia de sus miembros, Rumba Jam.

El álbum, que será presentado mañana en concierto-bailongo en el Jazz Café San Pedro, aparece como una obra fina, pues tiene un abordaje de alto nivel académico; sabrosa porque contiene hasta un bolero cortavenas, de esos tipo vieja escuela, y de técnica exquisita, ya que Luigi Flores, conocido por su trabajo como productor al lado de Taboga Band, lo grabó más pegado a la técnica análoga; nada de maquillaje hecho por efectos.

Este disco, que en tres meses fue concebido, madurado y terminado, dio como sencillo Ni vos ni yo, versión salsa de una balada que Bernardo Quesada prensó en su segundo álbum , Más cerca de mi corazón. Es con este tema que regresó a las listas de radio, se abre camino entre otro público y pone el nombre de Rumba Jam en boca de los Dj y salseros clásicos, cuando el ensamble apenas llega al año de vida.

Hace tres años que Bernardo Quesada no llegaba de un solo tirón a un puesto codiciado en la radio, desde que Como luna creciente pegó en 94.7. Ahora, Ni vos ni yo, que está como en una segunda vida, entró en estaciones de música bailable y, en el caso de Zeta FM, se metió a la lista de las 30 canciones más sonadas en el puesto 22, de un solo golpe.

Sin saberlo, Quesada dio en el clavo de la reinvención y Rumba Jam dio en el de la alianza correcta. “El haber hecho este disco con Bernardo (Quesada) le ha dado un plus a Rumba Jam. Él ya tiene un público que lo sigue, y los salseros de corazón lo están recibiendo bien. Para nosotros era difícil, pues somos un grupo instrumental”, dijo a Viva Leonel Rodríguez, trombonista de Rumba Jam.

“Por otro lado, nos está abriendo las puertas. Nos acaban de confirmar nuestra participación en un festival en Honduras”, dijo Rodríguez. Será el 5 de marzo que el ensamble tico llegue a un festival de jazz en ese país.

Écheme un cuento. El cuento está así. El 5 de agosto, Bernardo Quesada hizo un concierto, para celebrar su cumpleaños, como tiene por costumbre desde hace años. Aquella autocomplacencia venía desarrollándose dentro del género que desde hace unos diez años tiene ocupado al que le llaman también, por su primer álbum en solitario, el Cuervo Blanco: la canción de autor.

Sin embargo, este agosto, Bernardo decidió, quizá porque conocía desde hace años a algunos miembros de Rumba Jam y seguía a este grupo cada vez que podía, que el toque era hacer un ‘chivito’ de salsa.

Aquella noche tocaron un par de temas de Marc Anthony, algo de Rubén Blades y otro tanto de Óscar D’León. No obstante, buena parte del repertorio fueron canciones, que Bernardo ya había trabajado desde hace muchos en sus discos del género de canción de autor y fusión, solo que hechas salsa.

Hasta aquí, ni Bernardo ni Rumba Jam sabían las sorpresas que les guardaba aquella noche. Fue en las canciones de Bernardo que el público se levantó a bailar como si tuvieran un resorte.

Y cuando la gente empezó a preguntar dónde consigo esa versión de tal o cual canción, más un consejo bueno que alguien le dio a Bernardo, se dio la iluminación: la cosa es grabar salsa.

Para entroncar las coincidencias, resulta que Rumba Jam andaba en eso de hacer su álbum debut. Por ello, tenían listos dos temas instrumentales a ese estilo de énfasis en los vientos y en la improvisación propio de un ensamble que tiene formación sinfónica, académica y tiende al jazz. Eran Pa’ Curubandé yo voy –original de Vinicio Meza y quizás la salsa más grabada nacional e internacionalmente que ha parido Costa Rica– y Salsa marinera. Así que ya tenían dos temas.

¿Y el resto? Todo se fue dando como en las grandes historias de amor: fluyendo.

“No fue difícil ponernos de acuerdo, lo cual siempre es un problema al hacer un disco. Sí, fue química perfecta”, contó Rodríguez.

Regresar al origen. Bernardo Quesada lo que hizo fue darle rienda a su pasado. Sus verdaderos primeros ejercicios profesionales –por cierto, el 14 de noviembre cumplió 22 años de carrera– los dio con Son Seis que hizo desde salsa hasta música cubana.

En 1992 era parte de La Banda y, con esta agrupación, se echaba un set de salsa de Luis Enrique. Además, en uno de los discos de Los Brillanticos se grabó su primera composición de salsa: Tu primera vez.

Quesada ha dedicado casi toda su carrera a ser compositor, arreglista y productor en muy distintos géneros, desde lo sinfónico hasta el pop. No era de extrañar entonces que tuviera alguna canción escrita por ahí o le saliera una salsa con gran facilidad.

Y eso fue lo que pasó con parte del repertorio de Donde te espera mi nombre. El bolero que le da título al disco lo escribió una semana después de aquel concierto de cumpleaños con Rumba Jam. La hizo en Colombia porque estaba ahí para participar del Festival Internacional de Cantautores.

Escribió esa canción en la misma casa donde compuso un tema que nació como salsa: De tu boca. Esa canción la incluyó, entonces, en este que es su nuevo álbum.

Naturalmente, fueron apareciendo las canciones correctas. Tenía su propia versión, y muy africana y mestiza, de Congolí Shangó, famoso tema de quien Bernardo llama por cariño “tío”, el nicaraguense Luis Enrique Mejía Godoy.

Para el espectáculo Nadie me quita lo bailado (2003), compuso Pa' chinear tu corazoncito: salsa muy al tica, escrita en “vos” y con palabras ticas, muy ticas, como “chinear”.

Lo demás vino por añadidura. ¿Si como arreglista ya había trasladado los temas de La Sonora Santanera para que los tocara la Orquesta Filarmónica no era un ejercicio imposible tomar Como luna creciente, Lo que es vivir y Vos estás ahí, que son propias, y ensalsarlas?

“Una canción es un individuo, yo hago individuos. El arreglo musical es el vehículo que uno le da a la persona”, reflexiona Quesada.

“En este disco, te podés topar con una balada que nació siendo balada, como Ni vos ni yo, o con un bolero con roncha de urbe para decir que alguien decidió no estar con uno, pero este amor es tan grande que no tiene cuándo ni dónde, que lo vas a esperar”. Eso es Donde te espera mi nombre.