Billy lo soñó: después de Keylor, había que ver a Marcos Witt y Jesús Adrián Romero

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En la contagiosa sonrisa de Billy es complicado descifrar qué lo emocionó más: si conocer en persona al flamante portero del Real Madrid o la noticia de que iba a escuchar, en vivo, a Jesús Adrián Romero y a Marcos Witt.

Billy Orozco, un risueño chico con parálisis cerebral, fue quien hace unos meses viajó a España para cumplir el sueño de conocer a su ídolo: Keylor Navas. Lo logró gracias al patrocinio de una empresa telefónica y a la buena voluntad de un arquero que hasta se vistió de Santa Claus para sorprenderlo.

Casi cinco meses después el escenario es distinto, pero la ilusión en su rostro parece la misma de aquel diciembre madrileño. Para su cumpleaños Billy solo pidió una cosa de regalo: que lo llevarán a ver a Romero y Marcos Witt en concierto.

Nada más.

“Cuando su supimos que venían a Costa Rica, Billy de una vez nos dijo que quería venir. La oportunidad se dio y aquí estamos gracias a Dios. Los admira muchísimo”, narró Karen Brenes, mamá de Billy.

Desde su silla, sin dejar de sonreír, Billy agrega con alguna dificultad: “Me encantan los dos (Romero y Witt), desde siempre. Me encantan todas las canciones”.

Para la familia de Billy, la música del dúo cristiano les ha aportado mucho a sus vidas. Por eso la escuchan, por eso vienen al concierto y por eso es que ahora Billy la ama.

“Es una música que lo hace crecer a uno a nivel espiritual. De ellos, no tenemos una canción que nos guste en especial, todas son muy buenas”, dijo William Varela, el orgulloso tío de Billy, mientras empuja la silla de ruedas de su sobrino.

“Me gusta mucho Sumérgeme , es muy buena; pero no, todas, todas son excelentes”, agregó.

Billy, notablemente feliz, aprueba todo lo que dice su tío con su mirada, su boca y su cabeza. No se cambia por nadie.

El “ crack de la vida”, al que rindió tributo el propio Keylor, estaba listo para otra de sus aventuras.