Tiene 40 años, la piel oscura y los ojos claros; de lejos, su figura confunde: su largo cabello y el cuerpo vestido con camisas masculinas y pantalones anchos ocultan su figura femenina.
Su nombre de pila es Zeidy Guevara, pero prefiere que sus compañeras lo llamen Andrés.
Desde la obra Mujeres de agua, él lanza un mensaje claro: alto a la homofobia.
“Soy lesbiana y tengo muchos amigos travestis, hice este monólogo pensando en ellos. Sé que afuera (de la cárcel) hay una gran discusión: una persona nace o se hace homesexual; en mi caso, creo que uno nace así porque a mí me pasó”, dijo este limonense que descuenta una pena por posesión de drogas.
Con su interpretación, espera que las personas sean más respetuosas con quienes tienen una preferencia sexual “diferente” a la de la mayoría.
“La vida de muchas personas homosexuales es muy difícil porque los papás no los comprenden, los tiran la calle. La homosexualidad no es una enfermedad; nosotros no pedimos ser así, nacimos así”, enfatizó Andrés, quien aseguró que en El Buen Pastor todas sus compañeras lo respetan.
Ahora, que desde el teatro puede hablar abiertamente del tema, espera que quienes la vean actuar se lleven un mensaje claro.
“Quiero que quienes vean la obra sean más tolerantes y acepten nuestras preferencias”, dijo.