Amalgama está viva, como hace 20 años atrás

Sin esa prisa de ser famosos –tan propia, a veces, de cuando se empieza– y con la tranquilidad que dan los años, Amalgama regresa a la escena, tras 20 años de silencio. Con nuevo abordaje de los temas que le dieron nombre en los 80, con Marta Fonseca y casi toda la alineación original, la banda vuelve a debutar, esta noche, cobijada por Rock en el Farolito

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¿Es posible nacer dos veces? En otras especies quizás esa idea sea ridícula o hasta síntoma de extrema ignorancia, pero en el caso de Amalgama, una criatura del hard rock, la vuelta a la vida, en esta misma vida, es una realidad.

Su partida de nacimiento es clara: Amalgama fue fundada en 1988. Estuvo activa casi cinco años, tiempo que, para la situación del rock nacional entonces era todo un logro, y más logro aún, tocar seguido y grabar.

La industria no era generosa con el rock; comparado a aquellos años hoy sobran los lugares para tocar y grabar en casa es cosa fácil. Era también casi descabellado plantarse en el escenario con temas originales y Amalgama –como Hebra, Distorsión y otras más– estaban empeñadas en hacer rock pesado en español y con letras propias que, encima, metieran el dedo en la yaga abierta de las dificultades sociales que vivía Costa Rica y el resto del mundo.

Amalgama alcanzó a dar unos 40 conciertos, grabó un solo disco –el 45 Holocausto Siglo XX, que incluía también Somos rockeros– y dejó, en la memoria de quienes seguían el rock costarricense y a los que son considerados pioneros, temas como Amos del poder, No más, Héroe de avenida –todos de la autoría de su baterista Koldo Isusi– y Ciudad.

La banda se desarmó y hoy, después de estar 20 años separada, vuelve a los escenarios. Esta es su segunda fecha de nacimiento. Si bien es cierto fue el año pasado que Amalgama anunció que volvía a los escenarios, dio solo dos conciertos; el de hoy, que será el número 49 de la serie Rock en el Farolito, es el recital que se tomará como el regreso fuerte y en firme de una banda que vuelve a respirar con casi su alineación completa.

En la voz, Marta Fonseca –de hecho fue en Amalgama donde dio sus primeros pasos la ahora famosa cantante–; en los teclados, José Luis Sánchez; en la guitarra, Jorge Koki Araya; en el bajo, Ronald Barón Díaz y, en la batería, Juan Carlos La Bestia Araya, quien sustituye a Koldo Isusi, quien dejó Amalgama por diferencias conceptuales. Sin embargo, fue Isusi el gestor de la resurrección de esta banda que, para muchos, es un mito: un nombre conocido pero del cuál no existen temas a mano.

“Para mí fue una sorpresa cuando Koki Araya me invitó a tocar. No recordaba las canciones de Amalgama, pero, por supuesto, que a la banda sí y a su nombre. De hecho, jovencillo fui a conciertos de ellos”, le dijo a Viva Juan Carlos Araya, quien ha tocado con una larga lista de bandas, entre ellas, 50 al Norte y Café con Leche.

Rescatar. Esta vuelta a la vida le ha demandado trabajo a Amalgama. Con solo un disco sencillo grabado, regresar a los temas que en la década de los 80 le dieron buen nombre fue un ejercicio, literalmente, de rescate.

“No teníamos grabaciones de las canciones, así que, para montarlas de nuevo, tuvimos que recuperar videos en VHS de nuestras presentaciones y pasar los audios a disco compacto para volverlas a sacar. Tuvimos hasta que sacarles el moho a los casetes”, contó Barón Díaz.

El esfuerzo valía la pena porque, podrán haber pasado 20 años, pero aún están vigentes las canciones que Amalgama tocaba, porque tratan de la drogadicción, la indigencia, el frenesí y decadencia de la vida urbana y la búsqueda de la libertad.

“Curiosamente, muchas de los problemas abordados, ya sea desde una perspectiva local, como los piques en las calles –Héroe de avenida– o de magnitud global, como la destrucción de la naturaleza y el negocio de la guerra –Holocausto Siglo XX– siguen vigentes. Sabemos que han pasado años y que la música ha cambiado”, explicó Díaz.

Así que la banda ha hechos algunos retoques. “Hemos modificado pequeñas cosas; hemos actualizado un poco las canciones, pero sin lastimar su esencia”, dijo José Luis Sánchez.

Algunas canciones han sido recortadas, pero otras, como Represión no se han dejado pasar la tijera. “ Teníamos un poco una tendencia progresiva y este tema es muy de esa onda. Hasta hemos tenido que parar los ensayos cuando le entramos a esta”, contó Barón Díaz como anécdota.

Revelar el secreto. Entrar de nuevo a los escenarios es la oportunidad para Amalgama de mostrar incluso aquello que quedó casi como en secreto, cuando estaba en su apogeo. “Nos quedamos con muchos temas sin tocar y esto es una lindísima oportunidad para retomar y mostrar ese material”, afirmó Marta Fonseca.

“Dejamos pendiente hacer grabaciones y nos reencontrarnos con la misma energía y con un gran cariño; eso es una segunda oportunidad maravillosa que demuestra que nada es imposible”, confesó la cantante.

Por ello, el concierto de esta noche en la serie Rock en el Farolito será para Amalgama como si estrenara canciones, pues tocará temas que fueron compuestos cuando estaba la banda activa, pero que no tuvo oportunidad de mostrar en vivo.

A futuro, la banda grabará un álbum; no obstante eso es un plan a mediano plazo. Quizás trabajarían con Carlos Domínguez en Audio-Arte, pero Amalgama prefiere, por ahora, sudar en los ensayos. De hecho, en ese mismo estudio han estado puliéndose para el concierto de hoy.

No tener 20 años como en la década de los 80 ha favorecido a Amalgama, porque la relación como banda es madura. “Es ríquisimo volver a tocar. Es como si solamente nos hubiésemos brincado 20 años de ensayos. Estamos bien amarrados. Quizás lo bueno es que ya no tenemos prisa por hacer la música ni hay sueños de fama ni esas cosas. De fijo, hoy sabemos más de la música que hace 20 años”, concluyó Koki Araya. aparra@nacion.com