Agradecido con su profesión

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Por Melvin Molina

Napoleón Zapata

Saxofonista

¿Existe emoción por recibir este homenaje?

Primero que todo quedé sorprendido (cuando le dieron la noticia), porque uno en la música no está para recibir homenajes, sino para tocar, que es lo que a uno le gusta y para lo que tiene vocación. Además de una satisfacción porque quienes me lo propusieron son exalumnos.

¿Se siente querido por los saxofonistas en el país?

Sin lugar a dudas, a ojos cerrados que sí. Me aprecian y mucho, uno lo nota, aunque son la competencia (risas).

¿Ha visto a sus alumnos superar al maestro?

He tenido la dicha de que el 90% de mis alumnos ya superaron al maestro. Estuve en el lugar y hora indicada, porque llegaron (a sus clases) lo que es hoy la crema y nata del saxofón de este país.

¿Qué lo lleva a ser tan inquieto en la música?

Aún no me lo explico, los platos rotos lo paga la familia, porque me he metido en tanto, pero nunca he hecho nada que no me guste. Le agradezco a Dios porque me dio una de las profesiones más lindas.

¿Es una carrera sacrificada?

He sentido algo de presión, como cuando los arreglos no están listos. Cuando vino Manzanero dijo que quería cantar No (que no estaba dentro del programa). Esa vez pasé recto, puse la última nota a las siete de la mañana y el ensayo con la Orquesta Filarmónica era a las ocho de la mañana.