En el 2009, la mayoría de pronósticos apuntaban a que el popular trío juvenil de los Jonas Brothers se llevaría el premio a mejor artista nuevo en los Grammy de ese año.
Sin embargo, una joven británica de poderosa voz les estropeó el sueño a los jóvenes hermanos al alzarse con el triunfo esa noche.
Con su álbum debut, la cantante Adele captó la atención de un público que en su mayoría no había escuchado hablar de ella, de su álbum debut llamado 19 o de su intenso sencillo Chasing Pavements.
Aunque ganar este trofeo para algunos ha significado el final de sus carreras, en el caso de Adele todo indica que solo fue el principio, ya que con su segundo álbum, titulado 21, ha cosechado aún más éxito que con el anterior.
Su figura no calza con la de la típica estrella pop, pero ella tampoco tiene el más mínimo interés en ser una más del montón y, además, tiene la voz para acallar a quienes la critican por su sobrepeso.
“Mi vida está llena de dramas y no tengo tiempo para preocuparme por algo tan insignificante como la apariencia física”, le dijo la vocalista a la revista Rolling Stone, que la colocó en su portada de abril.
Con su nuevo sencillo Rolling in the Deep, la artista se ha consagrado como la nueva reina blanca del soul y ha alcanzado el primer puesto en las principales listas de popularidad del mundo. Costa Rica no ha sido la excepción, ya que el tema, poco a poco, se ha abierto paso en el gusto de la gente.
Según datos de su disquera Sony Music, el álbum 21 ingresará de manera oficial en nuestro país la próxima semana, luego de arrasar en la listas de países como Inglaterra y Estados Unidos.
También ya alcanzó el primer puesto de las listas de ventas en países como Irlanda, Austria, Nueva Zelanda, Alemania, Holanda, Suiza, Bélgica y Canadá.
En su país natal, desde la publicación del álbum en enero pasado, ya se aproxima a los dos millones de copias, mientras que en Estados Unidos, según la revista Billboard, se convirtió en el primer álbum en sobrepasar el millón de copias vendidas en lo que va del año.
Es tal el nivel de ventas que ha logrado Adele con esta segunda producción, que incluso empató una marca establecida por The Beatles, en 1964, al tener dos canciones entre los cinco primeros puestos y dos discos también entre los cinco primeros lugares en el Reino Unido y de forma simultánea.
Dos años después. En el disco 21, Adele demuestra una vez más sus cualidades como compositora y su voz privilegiada, capaz de transmitir cientos de emociones en cuestión de un par de minutos.
El nombre del disco hace referencia a la edad en la que Adele grabó este trabajo discográfico. De esta forma, continúa con el concepto que presentó dos años atrás con el álbum titulado 19.
Ella compuso diez de los once temas que integran el álbum. La única excepción es la canción Lovesong, una nueva versión del famoso clásico popularizado por The Cure, en 1989.
Adele Adkins, su nombre completo, contó con la participación de importantes compositores y productores en este nuevo álbum. Entre ellos se encuentran los productores Paul Epworth (Cee-Lo Green y Florence and the Machine) y Rick Rubin (Justin Timberlake, Metallica y Shakira).
En cuanto a la composición, comparte créditos con Ryan Tedder (OneRepublic) y los propios Epworth y Rubin, entre otros.
Muchas de las canciones del disco están inspiradas en la ruptura con su exnovio, del que asegura que la convirtió en adulta y la colocó en el camino por el cual anda hoy día, según le confesó a la Rolling Stone.
La cadena BBC se deshizo en elogios ante el resultado del álbum. “Realmente es tan maravilloso, que uno está casi obligado a ponerse de pie y aplaudir después de escucharlo por primera vez”, escribió el crítico Ian Wade, de la BBC.
Su pinta de niña buena ha sorprendido a muchos que no se esperan que hable sin pelos en la lengua. “No me gusta ir al gimnasio. Me gusta comer comida rica y beber buen vino. Incluso si tuviera una buena figura, no creo que me dedicaría a enseñar por ahí el trasero y los pechos”, dijo durante la entrevista con Rolling Stone.
Con esa misma determinación, aquella adolescente que subió sus composiciones a su sitio de MySpace y que llamó la atención de una disquera, hoy termina su transformación en una gran estrella de alcance mundial y solo necesitó de su hermosa voz para lograrlo.