A pura sensualidad, Romeo Santos calentó miles de corazones

El neoyorquino presentó su espectáculo ‘Golden Tour’ en el Estadio Nacional el sábado por la noche. Hizo un repaso por 37 canciones y se fue cargado del amor de sus fans.

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La fórmula del bachatero Romeo Santos tiene su firma impresa desde hace muchos años, él mismo aceptó durante su concierto del sábado en el Estadio Nacional que quienes siguen su carrera desde el principio saben bien qué es lo que hace en sus espectáculos en directo.

La sensualidad, por supuesto, no queda por fuera durante el show del neoyorquino que se dio a conocer con el grupo Aventura hace más de 20 años. Esa es una de sus cartas de presentación.

Aquella sonrisa amplia combinada por los pronunciados hoyuelos de sus mejillas más el sabor que trae por su herencia latina son la conjugación perfecta para reconquistar a su público (femenino y masculino, sin distinciones). El sábado por la noche se comprobó que la relación del cantante y compositor tiene con sus fans es intensa. De eso no hubo ninguna duda.

Romeo sabe muy bien lo que debe hacer: se mete en su papel, interpreta su personaje con precisión y eso pone a mil los corazones de quienes van a escucharlo cantar sus éxitos.

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El libreto del concierto podría considerarse plano para quienes no gustan de este género, pero no para las miles de almas que se encendieron ante la voz aguda de Romeo. Él canta y encanta, hace movimientos sugerentes, tira besos, pregunta si en el país mandan los hombres o las mujeres, coquetea sensualmente con su audiencia, sube a dos muchachos a que lo acompañen a cantar y luego invita a una fan al escenario para pedirle un beso inocente en la mejilla mientras él le planta “de sorpresa” tremendo beso en los labios.

Eso gusta, así se comprobó en el concierto del sábado porque con cada ingrediente de esta receta su fanaticada se puso frenética y está bien, al final el artista todo lo hace para complacer a sus seguidores.

Del recital

Antes de que Santos tomara la tarima del estadio pasaron por ahí los nacionales de Pacho & Gia, los hermanos interpretaron un par de sus canciones originales y tuvieron oportunidad de cantar algunos covers de temas urbanos que están muy pegados en el momento.

De seguido el encargado de calentar el ambiente y vaya qué lo hizo, fue el DJ Mad, que acompaña a Santos en diferentes puntos de su gira. Con un amplio set de canciones del reguetón viejo, de ese que se empezó a escuchar hace unos 20 años, el público se puso de pie para bailar a más no poder.

Romeo apareció a eso de las 8 p. m. en la parte trasera del escenario, como explicamos antes, con aquella sonrisa cautivadora que puso todas las miradas sobre él.

Antes del concierto, la producción confirmó que Santos iba a cantar en total 37 piezas, algo poco común en un show en vivo, pero el bachatero lo resolvió de buena manera al interpretar varios temas a manera de medley (o popurrí).

Así las cosas, el nacido en el Bronx aprovechó para repasar canciones de su etapa en Aventura como El malo, Obsesión, Mi corazoncito, Tu jueguito y Los infieles; pero también fueron protagonistas temas de su faceta solista: Imitadora, Propuesta indecente, Héroe favorito o Centavito figuraron en la lista.

En dos horas Romeo Santos confirmó que sus fanáticos ticos siguen fieles a él, a su propuesta, a su voz, sus letras y su contagiante sensualidad. Nadie en el Estadio Nacional quedó exento de enamorarse un poco más del Rey de la bachata.