Murió Miguel Salguero, periodista, folclorista, cineasta y retratista del costumbrismo costarricense

El también exdiputado falleció a los 84 años. De su autoría se recuerdan obras como 'Gentes y paisajes', 'El fogón de Doña Chinda' y las películas 'La apuesta' y 'Los secretos de Isolina'

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Periodista, folclorista, investigador, gestor cultural, cineasta, productor de televisión y diputado son apenas algunas de las más visibles facetas de Miguel Salguero, quien falleció la noche de este 21 de marzo del 2018 a los 84 años.

Su esposa y también folclorista, María Mayela Padilla, confirmó el deceso en una publicación de Facebook.

El hombre, cuyo verdadero nombre era Miguel Zúñiga Díaz, desarrolló una carrera de más de seis décadas en la comunicación costarricense, tanto en periodismo escrito como en creación de series televisivas, largometrajes y obras musicales, siempre con el costumbrismo y el retrato de la cultura rural como inspiración.

Esta mañana Padilla comentó a Viva que Salguero estaba internado en el Hospital Calderón Guardia, debido a una caída.

Agregó que el cuerpo del folclorista será velado a partir de las 4 p. m. de este jueves en la funeraria del Magisterio Nacional, cerca del paseo Colón, en San José.

En tanto, el funeral se realizará el próximo sábado en Acosta, tierra de la que era oriundo el gestor cultural, a una hora por definir.

Salguero fue el soldado más joven en combatir en la Guerra Civil de 1948, con apenas 14 años. Más adelante escribiría como periodista en La Nación y otros medios.

En la función pública, ocupó la presidencia ejecutiva del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) y fue diputado por el partido Unión Generaleña (PUGEN) de 1992 a 1994. En las elecciones de 1994 se presentó como candidato presidencial de Fuerza Democrática.

"Cuando Venerando Zúñiga y Hermelinda Díaz decidieron caminar desde Guaitil de Acosta hasta San Miguel de Desamparados, con su único hijo en brazos, establecieron quizás una premonición: el espíritu andariego y aventurero que delinearía la trayectoria del periodista".

Así escribía en 1992 el periodista Roberto García en la Revista Dominical de La Nación sobre Salguero. Y razón tenía en señalar el innegable vínculo entre el hombre y los caminos: con su cámara "Mencha la Andariega" y libretas, Miguel Salguero retrató como pocos a la Costa Rica campesina, exponiendo en el proceso el talento de cantautores, actores, folcloristas y figuras de distintos talentos que, gracias a él, se proyectaron a todo un país.

Hijo de la tierra

Miguel Zúñiga Díaz nació el 1.° de julio de 1933 en Guaitil de Acosta. Fue hijo único y su educación formal no pasó de la primaria. Su familia se mudaba con frecuencia y eso lo ayudó a conocer desde joven la vida en las distintas regiones del país. Se dedicó a distintos oficios, y trabajó como mandadero, agricultor, guarda, oficinista y operador de salas de cine.

Mientras trabajó de mandadero en la Junta de Protección Social aprendió a escribir a máquina y empezó a producir sus primeros cuentos. Fue soldado en los conflictos bélicos de 1948 y 1955; jefe del Resguardo Fiscal en La Cruz; jefe del Departamento de Licencias de la Dirección General de Tránsito; vendedor de televisores, y en distintos momentos estuvo al frente de una pulpería, una lavandería, una venta de helados, y una fábrica casera de productos de belleza.

Las leyendas que le contaba su padre y las anécdotas de su madre fueron el combustible para sus inquietudes de escritor, y pronto empezó a colaborar con textos para La Prensa Libre, La República y La Nación.

Allí empezaría una carrera como cronista que se extendió por más de seis décadas: publicó decenas de libros, tomó miles de fotografías, impulsó la creación de parques nacionales, y en su honor se celebraron por igual certámenes de la canción que torneos de fútbol.

En su filmografía, un título que destaca con especial impacto es La apuesta, un largometraje en 16 mm que a la fecha sigue siendo un hito. De 1968, el filme narra las aventuras vividas por un grupo de valientes, quienes se proponen manejar sus jeeps desde Escazú hasta Limón, en momentos en que la ciudad caribeña aún no tenía una carretera que la conectara con el Valle Central.

En la televisión, Salguero creó programas de corte costumbrista como las gustadas series de ficción El fogón de Doña Chinda, y La familia Mena Mora. En dichos espacios promovió el talento de folcloristas como Lorenzo Lencho Salazar, María Mayela Padilla y Emeterio Viales, entre otros.

El novelón de la curul

La llegada de Salguero a la Asamblea Legislativa fue digna de sus mejores relatos de ficción. El periodista debutó como diputado el 22 de junio de 1992, y se juramentó sin corbata, aunque sí con saco.

Se veía tranquilo y cómodo en su curul, la que ocupó en representación del PUGEN. Fue esa agrupación la que le abrió una puerta por la que siempre tuvo ganas de pasar: la política. Con ellos ocupó el segundo puesto en la papeleta legislativa, detrás del líder del partido, Carlos Fernández.

Previo a las elecciones de 1992, ambos aspirantes suscribieron "un pacto de caballeros" para que, en caso de solo obtener una diputación, Fernández renunciaría después de dos años y le cedería la representación a Salguero.

El relevo tomó tintes de telenovela, luego de que la Asamblea Legislativa rechazara la renuncia de Fernández, y posteriormente el diputado retirara su dimisión. Salguero llevó su reclamo a la Sala Constitucional, que finalmente mandó a cumplir el acuerdo. Aquel drama, que motivó incluso editoriales de La Nación, concluyó con la salida de Salguero del PUGEN , para declararse diputado independiente.

La dinámica (o su carencia) legislativa fue constante objeto de análisis y frustración para el comunicador, como bien evidenció en varios artículos y entrevistas de aquellos años.

"A la pregunta de ¿cómo te va en la Asamblea Legislativa, suelo contestar: 'Idiay, uno se acomoda'. Se acomoda, porque, ¿qué remedio le queda? Y es que uno llega con la ilusión de contribuir de alguna medida para que las cosas que todos anhelamos cambien, cambien de verdad", escribió en un artículo del 22 de octubre de 1992, previo a explicar cómo las bancadas mayoritarias solo se enfrascan en discusiones "bizantinas" que entraban el avance de cualquier proyecto de ley.

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Miguel Salguero, un héroe del costumbrismo

Muchos hitos son los que marcó Miguel Salguero, el amante del campo y del costumbrismo costarricense. Formador de talentos y generoso proovedor de oportunidades, así fue en vida, quien hoy es recordado por quienes tuvieron una importante cercanía con él.

Juan Rafael Sandoval, mejor conocido como Emeterio Viales recuerda a Miguel Salguero con gratitud. Pues fue él quien “le dio más pelota” cuando iniciaba con sus canciones y humor.

“Para mí Miguel ha sido lo máximo. Yo le agradezco a Dios y después a Miguel porque él fue quien me extendió la mano: yo lo conocí en el año 80, yo no tenía estudios, pero tenía mis canciones y él me dio trabajo en El fogón de doña Chinda. También él fue quien me bautizó, porqie dijo que me le parecía a Emeteria, un personaje de La agencia polecia, que todo lo enredaba”, recordó Viales.

Emeterio Viales recuerda a Salguero como “un hombre humilde y sencillo”.

“Siempre nos mantuvimos en contacto. Cuando yo hablaba de mis canciones, inevitablemente hablaba de Miguel... él no solo me ayudó a mí, sino a otros como María Mayela Padilla, Gilberth el brujo Castro y Naín (Wilberth Delgado), entre otros”, aseguró.

El actor Wilberth Delgado, principalmente conocido por su personaje Naín en el desaparecido programa La Pulpería, respaldó las palabras de Viales, pues asegura que fue gracias a Salguero que él llegó a la televisión siendo un niño.

“Para mí la muerte de Miguel Salguero ha sido una verdadera pérdida de la identidad costarricense. Yo lo conocí en los 70, cuando empezó con Mi galera, ese fue su primer programa en televisión, se estrenó en 1974 en canal 7. Después trabajamos en La familia Mena Mora y con Gentes y paisajes.

"Él es el descubridor de mis dones artísticos... mi pase a la televisión se lo debo a Miguel Salguero. Yo lo conocí estando en cuarto grado de la escuela. Él tenía en La Nación el suplemento Gentes y paísajes, entre su suplemento hacía sketches y nosotros en la escuela hacíamos veladas para patrocinar el patronato de la escuela. Una vez a fin de año lo invitamos y me acuerdo que nosotros hicimos un sketch, cuando terminó la función me dijo que si yo quería trabajar en televisión”, rememoró Delgado.

Hubert Solano, periodista y uno de los fundadores del Colegio de Periodistas de Costa Rica, repasó con Viva algunas de sus vivencias junto a Salguero cuando ambos trabajaban en La Nación.

“Fue un palcer contar con la amistad de Miguel por décadas. Fuimos amigos, viajamos juntos al exterior; yo le tenía un gran aprecio. Él además de ser muy sencillo, siempre fue muy buena gente.

Su trabajo en Gentes y paisajes fue un éxito. Todas las semanas esperaban la revista. Él fue contratado para que se dedicara a eso. Andaba con La mencha, su cámara por todas partes. Cualquier problema comunal que él viera en los pueblos él los ponía”.

María Mayela fue la última esposa de Miguel Salguero. Antes de casarse con la folcloristas, él tuvo seis matrimonios.

“Para mí fue un honor compartir con él muchos años. En ese tiempo tuvimos dos hijos (él antes engendró 11 hijos más), produjimos mucho en radio, televisión y cine. Estuvimos casados 18 años, nos separamos y nos volvimos a casar”, relató Padilla.

En una entrevista para la revista Viva en 2013, don Miguel se refirió a sus matrimonios e hijos.

“(...) soy un hombre más bien tímido. Eso de los matrimonios se dio por la timidez, cuando conocía a una muchacha guapa no sabía que decirle, entonces le proponía matrimonio. De unas 300 que conocí, siete me dijeron que sí”.

Entre los proyectos en los que trabajaron juntos, María Mayela recuerda el programa Güipipía en radio; en televisión El fogón de doña Chinda, La familia Mena Mora, y Gentes y paisajes que se grababa en diferentes pueblos.

“En cine fue pionero con La apuesta, película de un viaje de San José a Limón. Él era muy aventurero. También hicimos los secretos de Isolina, que se grabó en Guanacaste, en esa película participó Max Goldenberg”, dijo.

Tras varias llamadas a Max Goldenberg, al cierre de edición de esta nota no fue posible contactarle.

Sin premios en vida

William Monge, director de Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, confirmó que don Miguel Salguero no recibió premios por su labor como investigador de la tradición costarricense.

“Él había sido nominado en tres ocasiones al Premio Nacional Patrimonio Cultural Inmaterial Emilia Prieto. Ese premio es relacionado al patrimonio material y cultural y a las personas que han dedicado su vida a este tema. Es lamentable que no lo haya recibido en vida. Tampoco hay documentados premios de otro tipo para él”.

Información actualizada a las 8:39 a. m. con datos del funeral.