Ni solo la pureza del blanco ni únicamente el misterio del negro. La regla es combinar ambos colores para vestir con elegancia y practicidad en esta temporada.
Se trata de una moda bicolor que siempre acierta porque es atemporal, clásica, limpia y minimalista, según dice Óscar Ruiz Schmidt, diseñador de moda y director de arte.
Por su parte, Roberto Lobo, especialista en moda, añade que puede llevarse de tres maneras: en bloques que contrasten el blanco y el negro, en diseños que mezclen ambos tonos o en outfits en los que predomine solo una tonalidad.
El estilo que se obtiene con cada una de las alternativas depende, en gran medida, de las prendas que se utilicen, ya sean formales o más desenfadadas.
Bloques. Para lograr la máxima expresión del minimalismo se utilizan dos o más piezas en esos dos tonos para que contrasten; por ejemplo, una blusa blanca y un pantalón negro, o un vestido blanco y un saco negro.
En esa opción es válido combinar texturas y que los accesorios se lleven en color gris, plomo o plateado, con el fin de lograr un efecto más sofisticado.
Combinado. La opción que mezcla ambos tonos se logra con prendas que tienen diseños de rayas, zigzags o puntos; así como estampados de flores, animales o figuras.
Para las más jóvenes, también está la opción de utilizar blusas estampadas con frases inspiradoras o alusivas a ciudades del mundo. Eso da un look más actual y que, sin duda, llamará la atención.
Completo. La alternativa total look consiste en llevar todo el atuendo en negro o blanco. Por ejemplo, un vestido blanco y solo los accesorios color negro.
Vestir de un solo tono es quizá la más elegante de todas las opciones. Al igual que con las otras alternativas que existen, en esta tendencia se puede optar por accesorios de cualquier tamaño, pero con diseños limpios y líneas rectas.