Mantenimiento del Museo de los Niños: una labor de todos los días

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Con un presupuesto de ¢500 millones, el Museo de los Niños da mantenimiento y renueva sus salas cada año.

El trabajo se hace todos los lunes y este consiste en la reposición de las piezas que se van dañando –o perdiendo– en las diferentes salas; la limpieza de los espacios y la revisión de cada una de las atracciones, para que estas vuelvan a estar en su mejor forma cuando lleguen los visitantes, explicó Ronny Jiménez, vocero de la institución.

“Los días de mayor visitación del Museo son los viernes y los sábados, por eso es posible que cuando la gente venga los domingos encuentre algunas salas cerradas, pero es debido a que ya han recibido un gran uso”, explicó

Pese a esto, el tiempo ha obligado a la administración a variar algunos de los usos de las atracciones.

Por ejemplo, el robot de Franklin Chang dejó de funcionar para convertirse en solo una figura y el de Clorito Picado ya no se pone de pie, si no que recibe a los espectadores sentado en su zona de trabajo.

En el caso del astronauta, Jiménez explicó que este es un robot con más de 20 años de antigüedad cuyos repuestos son muy costosos; por eso, la institución prefirió convertirlo en una figura de exhibición y trabajar en modernizar ese salón.

Con Clorito Picado las cosas fueron distintas. El robot, que se ponía de pie para saludar al público y hablar sobre los descubrimientos del científico, asustaba a algunas personas y por eso la administración decidió que ahora el recibimiento sería menos efusivo; ahora el personaje saluda sentado.

Entre las recientes mejoras, el Museo de los Niños estrenó una pantalla táctil gigante para la sala de escala digital. A futuro se planean nuevos espacios, con el objetivo de reponer los que ya están obsoletos.