El actor Charlie Sheen –también conocido porque no tiene pelos en la lengua– puso en evidencia la falta de cortesía de la joven y atribulada actriz. Días atrás, Sheen la habría ayudado con un chequecito de $100.000 para que los abonara a una abultada deuda que la Lohan tiene con el fisco estadounidense, la cual se estima en poco más de $200.000.
Por esta razón, el Servicio de Rentas Internas (IRS) le había congelado sus cuentas bancarias a la actriz.
En declaraciones al programa Entertainment Tonight , Sheen declaró: “Lindsay andaba un poco corta de dinero, yo encontré algo por ahí y se lo presté. Todavía estoy esperando a que me llegue un mensaje que diga: ‘Gracias’”. Hasta ahora, la actriz no se ha pronunciado sobre lo dicho por su molesto protector.
Lohan está tan agobiada por sus problemas al punto de que decidió, días atrás, deshacerse de su costoso ropero. Para eso envió a su hermana menor Ali Lohan a que vendiera prendas de diseñador a una tienda “de segunda”.
Según recogieron diversos medios, la hermana pretendía obtener más de $700 por un montón de prendas pero el propietario del negocio solo se ofreció a pagarle $30.
Por si eso no fuera poco, los dueños de la casa donde vive Lohan, en Los Ángeles, le advirtieron que si se atrasa con el pago mensual de $8.000 le cobrarán una multa.