Karen Brenes, 20 años viviendo a plenitud el modelaje

Luego de más de dos décadas de trabajo como modelo, Karen Brenes habló de su vida, de los sacrificios que implica esta carrera y de la razón por la que se alejó de las pasarelas de lencería

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Karen Brenes prefiere no mencionar su edad, no porque le tema a un número, sino por esas marcas con las que trabaja y que define como “más juveniles”. Esta mujer, de expresiones dulces y serenas, asegura que tiene más de 20 años en un trabajo que ama y que le corresponde ese amor. Se siente orgullosa por lo trabajado y conseguido durante una carrera que continúa privilegiándola.

Se mantiene vigente en la profesión que eligió y para la que se formó desde que tenía 14 años, cuando asistía a sus labores acompañada por su mamá, doña Gisela. El nombre de Karen Brenes quizá le resuene, pues fue uno de los más posicionados en años pasados y su participación era constante en las pasarelas de ropa interior de marcas como Bésame, sobre todo las realizadas en lugares como Casa Zeller.

Su presencia era recurrente en catálogos de ropa y su labor en trabajos como modelo de piso o edecán, promocionando marcas y productos era una labor de tiempo completo, ya fuera en Costa Rica o en el extranjero.Estos trabajos se mantienen, quizá sin tanta exposición en medios como antes, pero siguen estando allí.

Además, hay que recordar que, por 11 años, Brenes combinó el modelaje con su propia boutique de ropa.

“Yo estudié modelaje. Llevé varios cursos. Ahora las mismas marcas han cambiado: antes hacían castings presenciales. Uno iba con su book y sus títulos de modelaje, tenían que verlo a uno físicamente, no solo por una foto, ver cómo se desenvolvía, que sabía del producto del que iba a hablar. Le daban a uno capacitación del producto. Ahora eso ha cambiado bastante. Ya no piden títulos. Hoy los castings consisten en enviar una foto. Es un poco diferente”.

Karen se mantiene como una de las favoritas en el ámbito y ella considera que tiene que ver con su profesionalismo y compromiso. Además, en un trabajo en el que la imagen continúa siendo esencial, ella habla de cómo vela por su físico y salud.

“Gracias a Dios confían en uno. Pueden venir muchachas más lindas, más jóvenes, pero confían en uno. Finalmente, es la experiencia que cuenta en todo trabajo. Ahora trabajo más como edecán, que es el nombre que se le daba, cuando yo estudié, a esa modelo de piso y stand. Ya no hago pasarela en ropa íntima, antes sí: era uno de mis fuertes”, confió.

Un tema de salud

Brenes, vecina de Rohrmoser, cuenta que empezó a separarse de las pasarelas de lencería por una retención de líquidos que empezó a presentar. Dice que no tiene un nombre como tal, aunque sí le dijeron que tenía origen hereditario y hormonal. Aparece y desaparece sin que ella lo pueda controlar.

“Los doctores dicen que retengo líquido y me inflamo. Dejé las pasarelas (en ropa interior) porque a veces iba, me probaba las prendas, y el día del evento no me quedaban como el primer día. Ahí me sentía incómoda. Siempre he tratado de dar lo mejor en mi trabajo. No me sentía bien para hacer pasarelas y fotografías. Ahora se lo dejo a otra generación”, aseguró. Su último trabajo con este tipo de prendas fue hace unos 10 años, para la marca colombiana Bésame.

La modelo comenta que, en su momento, experimentar esos cambios llegó a afectarla emocionalmente, sobre todo, porque era una situación fuera de su control. Ahora le ocurre menos que antes.

“Afortunadamente, no es una condición delicada, pero para este tipo de trabajo sí es algo que puede afectar. En su momento (cuando la retención de líquidos era más recurrente) las marcas me seguían llamando, yo les decía que estaba muy inflamada y ellos me contestaban que lo más importante es la manera de trabajar y que el físico es un complemento. Eso me ayudó a levantarme. Entendí que eran obstáculos de la vida. Yo necesitaba trabajar. Al inicio fue incómodo, pero aprendí a vivir con eso”.

Actualmente, Brenes realiza fotografías, hace catálogos y pasarelas de ropa casual, así como de vestidos de gala y de novia.

La vida de Karen Brenes

En sus años de trabajo, Karen Brenes ha procurado un balance entre su vida profesional y la personal. Para ella, la familia es un pilar invaluable.

“He tratado de complementar ambas cosas. Hay sacrificios, pero no es que dejo de ver a mi familia. He tenido varias ofertas de irme fuera del país, pero por la familia no las he tomado. Para mí, tener a mis papás y familia cerca vale demasiado. Acá gracias a Dios me mantengo y tengo trabajo”.

En la siguiente entrevista, Karen Brenes conversa de su presente y de sus sueños.

-¿Cuál es su actualidad? ¿Qué ha sido de Karen Brenes en los últimos años?

Sigo trabajando con muchas marcas con las que tengo muchos años de trabajar. Ahorita estoy feliz de estar como estoy: soltera, viviendo una etapa diferente de mi vida, más madura, feliz con mi familia, gracias a Dios todavía los tengo. Soy muy de familia. Me encanta pasar con ellos. Me siento bien, tranquila y realizada.

-Karen, ¿a qué le atribuye mantenerse vigente por más de dos décadas en el modelaje?

Pienso que la base del trabajo de nosotras es enfocarnos en que, entre mejor esté el servicio y mejor esté la marca, más trabajo vamos a tener. Dar no el 100, sino el 200%. Muchas veces nos enfocamos en la apariencia, pero esto va de la mano con el servicio que se está dando.

“Otra cosa es ser puntual, aprender del producto, dar el mejor servicio cuando estamos frente a los clientes. Eso me ha ayudado a mantenerme tantos años. Como decía: hay muchachas más lindas, más jóvenes, pero muchas marcas se fijan en la calidad y la experiencia del trabajo. La clave es ser siempre lo más profesional”.

-En un trabajo que se enfoca mucho en la imagen, ¿cómo hace usted para mantenerse siempre como una de las favoritas?

La gente que me conoce a fondo, sabe que el ejercicio y yo no nos llevamos mucho. En su momento fui al gimnasio y tuve una rutina, el ejercicio es muy importante. Admiro a la gente que va a gimnasios y que hace ejercicios. A mí me cuesta. Sé que no es solo físico, sino salud.

“En mi caso, tengo un metabolismo muy bueno, yo como de todo. El metabolismo me ha ayudado, la genética también. También tengo mis truquitos, trato de ir una vez a la semana a la estética para recibir masajes con máquinas. La clave principal es mantenerme activa todo el tiempo”.

-Usted se ha entregado a su carrera, como ocurre en tiempos actuales, con muchas mujeres que primero se dedican a ellas y a sus profesiones. ¿Esta entrega ha implicado algún sacrificio, sobre todo, a nivel personal?

Vieras que sí. Me encantan los niños, les tengo paciencia, me gusta pasar con ellos. Solo Dios sabe si voy a ser mamá o no, aunque bueno, hay muchas maneras de ser mamá. He pensado que cuando deje de trabajar en esto, quiero ser mamá.

“Sé que tengo colegas mamás, pero en mi caso yo quisiera dedicarme a mis hijos. Quizá por eso no he tenido. Es difícil porque a veces salimos de gira por Costa Rica o fuera del país. Con relación al matrimonio, no me he casado, pero sí he tenido relaciones largas. He vivido con parejas muchos años. Pienso que el matrimonio es convivencia y respeto”.

-¿Le gustaría casarse?

Sí, me gustaría. Toda mujer tiene ese deseo de ir y casarse. Igual es algo que si se da, perfecto, y si no se da, también.

-¿Qué le ha permitido esta profesión?

Me encanta mi trabajo. Conozco diferentes culturas, diferentes personas. Hablo con mucha gente que me cuenta muchas cosas. Tratar con personas me encanta. Nosotros (las modelos) servimos de todo: psicólogas y amigas. La gente no lo cree, pero a veces vamos a un evento y hay muchas muchachas con las que se habla del producto y, al final, este espacio se convierte en un desahogo para ellas.

“Por otro lado, los niños llegan y piden fotos. Es un trabajo en el que se aprende mucho. Además, esta labor te da la oportunidad de viajar y conocer países. Gracias a mi labor he conocido mucho”.

-Mucho se habla del ambiente del medio del espectáculo y del modelaje. En todos estos años, ¿ha pasado por situaciones amargas? ¿ha topado con quienes la juzguen por su labor o que quieran propasarse?

En todos los trabajos en los que he estado, desde el redondel de toros, estadios, fiestas de Palmares y Santa Cruz, nunca me he llevado un trago amargo de que se sobrepasen y me digan cosas feas.

“Ellos (en el redondel o las fiestas) lo respetan a uno y más bien lo cuidan. Fui de las primeras Rumberitas y vieras que en los estadios ni la Ultra, ni la 12, ni la Garra, me dijeron nada.

“Con respecto a eso de que te juzguen por la profesión, pues es algo que no se puede cambiar. (...). Hay quienes piensan que no es una carrera y que se da solo porque una es bonita. Dicen: ‘ay, es modelo, pero no sacó una profesión’. Yo sí lo manejé así, como una profesión, lo llevo y lo vivo así. Yo trato de aconsejar a las nuevas generaciones en eso. Que traten de ser profesionales y sacar estudios adelante. El modelaje es una carrera más.

-Cuando usted decida que su tiempo en el modelaje terminó, ¿qué le gustaría hacer?

La verdad es que mientras las marcas me sigan dando trabajito, ahí voy a estar. Todo tiene inicio y final. No está dentro de mis planes decir que ‘ya me retiro’. Sí lo he pensado. Todo es dejarlo en manos de Dios. Mientras me dé salud y trabajo ahí estaré.

“Por mi mente ha pasado la opción de ponerme diferentes negocios. Siempre he trabajado, ya dejar de trabajar sería difícil para mí. Es a lo que me he acostumbrado toda la vida”.