El jurado concede el Premio Viva del bienio 2011-2012 en producción audiovisual al documental Los Vargas Brothers , del costarricense Juan Manuel Fernández. Se considera que el largometraje recupera, con sensibilidad y aguda intuición, un aspecto ignorado y a la vez esencial de la historia musical de nuestro país: la trayectoria y existencia dramática de la primera banda de rock nacional.
Más allá del (re)descubrimiento de Los Vargas Brothers y su ubicación en la cultura popular de las décadas de 1960 y 1970, el documental realiza un retrato descarnado y conmovedor de la marginalidad urbana y de las dificultades de un grupo musical para sobrevivir en un mercado como el nuestro.
El documental, de casi 90 minutos, está hábilmente entretejido con fotos, archivos, interpretaciones y entrevistas, que le dan al espectador un acercamiento en profundidad de los personajes y de su drama íntimo.
A partir de una historia de gloria y de caídas hasta el fondo de la subsistencia humana, que lleva a los hermanos Vargas al alcoholismo, las drogas, la indigencia y la desintegración, se documenta su renacimiento personal por medio de un esperado concierto de aniversario.
La película sigue a los protagonistas por las calles de San José, la búsqueda de oportunidades y la vuelta al pueblo donde nacieron. Mediante estos viajes y el relato de los músicos, surge la Costa Rica marginal relegada a las noticias de sucesos o al espectáculo televisivo.
Pero la mirada de Fernández es otra, humaniza a los personajes e indaga en las condiciones sociales y culturales de las que surgieron.
Es un regreso a la vida, con todo el dolor, la nostalgia y la esperanza que tiene todo regreso. Fernández construye una historia de perseverancia y de redención sin estereotipos ni hipocresías. Lo que importa son los rebosantes, casi brutales rasgos de humanidad con que los Vargas hicieron del rock una forma de supervivencia y se convirtieron en héroes de sí mismos.