Juan Carlos Casasola ‘Soy católico y muy devoto de la Virgen’

Creyente El comediante habló con Viva acerca de las críticas que reciben y cómo las malas palabras no le impiden creer en la Virgen

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En una conversación que duró 15 minutos, Juan Carlos Casasola, humorista mexicano del show televisivo La guerra de los chistes, se defendió de los detractores del humor irreverente y sin censura que todas las semanas ofrecen por el canal Telehit. Además, se confesó devoto de la Virgen de Guadalupe.

El comediante atendió a Viva ayer en el restaurante Estación Atocha, en Sabana Norte, en una charla que sirvió para dejar claro lo que los ticos verían horas después, en el club Pepper’s, en Zapote, donde se presentó junto con sus compañeros Radamés de Jesús, el Borrego Nava y La Wanders Lover.

¿Qué responde a quienes no comparten el humor del show?

Ahora, ya ni siquiera te tienes que parar a cambiar el canal de la televisión, con el control puedes hacerlo desde tu cama. No necesitas verlo ni saber de qué se trata. Como dice la introducción del programa, a quienes nos critican y que quieren que el programa salga del aire, gracias por seguirnos viendo.

¿Cómo contextualizar los chistes ante públicos de otro país?

Preguntamos sobre algo que dudamos o alguna palabra cuyo significado pueda decir otra cosa. De lo contrario, la gente que ve el programa ya sabe de lo que hablamos, no les sonará raro si decimos una palabra sexual que no se usa aquí.

Un ejemplo es la forma popular como ustedes dicen que alguien está borracho...

Lo que le habla al público es la expresión corporal. Normalmente, Radamés (compañero del show) es el que cuenta los chistes de borrachos o drogados, y su forma de contarlo, es lo que te dice, físicamente, que está borracho o drogado.

¿Existiría La guerra de los chistes sin las malas palabras?

Sí. Lo hemos hecho. Hemos dado shows para niños o para golfistas con sus esposas. También tenemos show blanco, pero el chiste de La guerra de los chistes y, por lo que hubo éxito y que la gente lo aceptó, es por el contenido y las palabras.

¿Cuál es la grosería que más se escucha en el programa?

Pendejo, chingada madre, y pinche son palabras que usamos, a veces, ni siquiera para ofender a alguien, sino para tratarlo como un hermano. El “chinga tu madre” en México, antes del show, la gente lo decía y era motivo para pelear. Ahora es un saludo, una forma de identificarnos y saber que nos ven.

Cuando ustedes están en privado, ¿hablan igual?

Cuando estamos solos sí hablamos a veces hasta peor que en el programa. Pero cambiamos en cuanto subimos a un avión o estamos en un lugar donde hay más gente que no tiene que escuchar ese tipo de cosas, ya que una cosa es el programa y otra cosa es que nos encuentren en un restaurante.

¿Cuál es el éxito del programa?

Sin duda que las palabras y el contenido explícito que es importantísimo; los tres hombres que somos diferentes y proyectamos distintas formas de hablar y ser. Además, el agregado de la chava —La Wanders Lovers—. La fórmula no es nueva ni la inventamos nosotros, todo se basa en la gente que hace reír y el atractivo visual.

Precisamente, el papel de La Wanders Lovers es muy criticado porque que denigra a la mujer...

Así es, pero es a propósito. No es solo porque sí. El personaje está diseñado para que las mujeres se den cuenta de cómo se ven cuando se dejan hablar y tratar así por el esposo. Y el mensaje para los hombres es que vean como se ven cuando tratan mal a una mujer.

¿Cuán diferente es un show en vivo a lo que se ve por televisión?

Muy diferente. Es totalmente distinto, mucho más fuerte el show en vivo. En televisión, decidimos cuál es nuestra censura, de qué no hablar, qué palabra no decir y qué chiste no contar. En vivo, contamos y decimos lo que sea.

¿Es religioso, cree en algo?

Soy católico, creo en Dios, en Cristo, en las vírgenes y santos.

¿Va a misa?

Casi no. Prefiero tener un contacto en mi casa, donde tengo muchas imágenes de la Virgen de Guadalupe. Soy adorador de ella.

¿Cómo explica esa adoración, mientras que frente a las cámaras dice tantas malas palabras?

Es una forma simplemente de ser y de trabajar. En el momento en que me mofe o que ofenda a la Virgen, entonces sí, critícame y dime lo que quieras. Por ejemplo, a mis hijos no les digo esas malas palabras; ellas tienen un trato y una forma distintos al de mí trabajo.

¿Nunca han tenido problemas con algún fanático, de los que va al show, por el trato que les dan?

A un tipo en el show, que no lo conozco, le digo pinche pendejo y se muere de risa porque fue para que lo ofendiéramos, a que le dijéramos algo y le mentáramos la madre.

¿Hasta cuándo habrá La guerra de los chistes?

Mientras haya chistes, podemos seguir. Matan a Osama y ya hay 20 chistes. La próxima semana pasa algo y habrá chistes. El mexicano sabe cuándo y cuándo no; tiene el sentido del humor muy medido.

¿Le está ganando la batalla el humor negro al humor blanco?

Los programas de chistes blancos están desapareciendo. La gente prefiere escuchar el chiste grosero, explícito y sexual.