Con una sonrisa pícara, el español Javier Ruibal sabe que tiene la respuesta más que clara, no le es difícil dar con ella porque es una constante desde el comienzo de su carrera: cómo clasificar su música, cuál es la etiqueta que le queda bien.
Con una boina que le da un aire bohemio, aseguró que el ser un cantautor que por igual navega en la música flamenca, sefardita, jazz , música árabe y rock lo vuelve inclasificable y en lugar de importarle, lo considera un aliciente.
Esa mezcla de estilos propios de este artista español es lo que mostrará esta noche, cuando se presente junto a la Orquesta Sinfónica Juvenil, en el Teatro Nacional, a las 7 p. m. La presentación es parte de los conciertos del Festival Internacional de las Artes (FIA) 2014.
La unión con este ensamble, dirigido por Marvin Araya, le permitirá recrear una buena parte de la música de su disco Sueño (2011), que grabó junto a la Orquesta de Córdoba, España.
“La idea (del disco Sueños ) era llevar mis canciones a un campo de conexión con la música impresionista española, como Manuel de Falla e Isaac Albéniz.
”Resuena oriente, nuestro particular mundo del flamenco, a música judía española, pero es visitar mi repertorio entrando por otra puerta, con otra sonoridad, con otra instrumentación (la de una orquesta sinfónica)”, detalló Ruibal .
Invitados. La ocasión de presentarse en el histórico escenario será muy bien aprovechada por Ruibal. Por eso, a mitad de camino del concierto sinfónico, hará una pausa para mostrar una faceta más personal.
Él invitará al escenario a sus hijos Javi y Lucia, percusionista y bailaora respectivamente. Juntos mostrarán un resumen del espectáculo Casa Ruibal , que muestra esa raíz flamenca tan presente en las composiciones del guitarrista y cantante.
Javier Ruibal, artista al que Joaquín Sabina calificó como un “genio”, aseguró que para él la música es su vida misma, lo que marca los pulsos de su corazón.
Por eso no le da tanta cabeza si luego de 30 años de carrera, todavía hay países como Costa Rica donde su labor no es tan conocida.
“Vivimos a mucha distancia y nuestras músicas no gozan del beneficio publicitario de otras. Si yo cantara música comercial, rumbosa flamenca, cualquier cosa oportunista, posiblemente ya habría sonado en la radio. Pero mi música está relacionada con la espiritualidad y lealtad a un arte grande y no a uno de usar y olvidar”, mencionó Ruibal.
Uno de sus objetivos es llegar a quienes entienden que la música puede ser sensible y que contribuye a que sea parte del sustento para el alma si llega con esperanza.
Advirtió que pese al positivismo de su trabajo, su música no es un panfleto o manifiesto. Aunque tiene bien claro que desde su labor artística quiere recordarle al mundo que hay tareas pendientes en temas de solidaridad y justicia.