Pilo acepta que se le embarrialó su cancha

A sus 70 años, el reconocido narrador asegura que le dolió que Repretel le bajara el perfil y lamenta que los nuevos prospectos de la narración no opten por ser originales

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Era un día del verano italiano de 1990. El estadio Luigi Ferraris, en Génova, sirvió de escenario perfecto para aquella inolvidable narración.

“Vamos Medford, vamos Medford, vamos Medford, vamos Medford... (ya había entrado el balón al marco) Medford, Medford, Medford, Medford, Medford... Goool”.

Han transcurrido ya casi 21 años de aquel logro narrado por Manuel Antonio Pilo Obando.

Hoy, el conocido narrador igual le entra a partidos de futbol o corridas de toros, pero, sin duda, ya Repretel no lo tiene como su estelar.

Eso comenzó a notarse desde el pasado 14 de mayo, cuando Pilo no participó en la transmisión en la final del futbol nacional.

En esa ocasión, Randall Vargas, jefe de información de Deportes Repretel, dijo al periódico Al Día que la televisora apostaba por dar un aire fresco a las transmisiones y más protagonismo al joven Óscar Segura, compañero de Pilo.

El dueño de frases como “cuidado con la varilla”, “mano y no de bananos”, “zapatazo” y “ojo, dije piñazo”, habló con Viva durante más de 30 minutos sobre cómo asimila los cambios, en momentos en que ya no narra los partidos de la Sele.

Abierto, claro y sin tapujos. Así respondió a nuestras consultas, pocos días después de su cumpleaños 70, sin dejar de ser el personaje de cobertura nacional, querido y admirado por muchos, aunque muy criticado recientemente.

¿Cómo va su salud?

Estoy vivo porque conocí a Dios. El Señor me ha resguardado y prácticamente me curó la diabetes. Me tenían para hacerme un trasplante de riñones y en los últimos exámenes me dijeron que no había necesidad. Ahora estoy un poco mal del corazón; me dijo el médico que lo tengo muy débil. Todo esto es por la diabetes. Vivo mi vida normal, me cuido mucho, cosa que no hacía antes. Mi esposa me cuida mucho.

¿Qué representa Repretel ?

Representa mi vida. Acá estoy desde 1980, no propiamente en Repretel, sino en lo que era canal 6 y canal 2. Tuve dos intervalos de retiro, pero siempre fui bien acogido; me han dado todo lo que he necesitado, me han tratado bien. Aquí estoy feliz, hasta que el Señor quiera.

¿Le resiente algo a la empresa?

Todos, de una u otra manera, resentimos algo de las empresas donde trabajamos. Uno siempre quiere que todo sea perfecto. Pero, a veces, uno provoca problemas y más bien la empresa los perdona.

¿Se visualiza sin la narración?

Sí, y le soy sincero, me da miedo, porque no sé qué va a pasar. Narrar es mi vida. Vivo y siento esto. Me encanta trasladar lo que veo y aprendí mucho a decir lo que siento. Es lo que todos los que estamos detrás de un televisor sentimos, cuando se pierde un gol o ante una bonita jugada. Yo eso lo vivo mucho. No sé qué sería de mí sin narrar.

¿Transmitir futbol o los toros?

Me encanta narrar beisbol. Me gusta mucho más que el futbol, pues es más tranquilo, hay que gritar menos y da tiempo para hacer comentarios. Uno no se desgalilla con un cuadrangular y en un partido de futbol sí hay que hacerlo, porque entre más se grite un gol, es mejor. A mi edad, ya no grito mucho.

‘Ojo, dije piñazo’, ¿cómo surgió?

Es que me quisieron achacar eso del pi con puntos suspensivos con el piñazo, entonces por eso digo así. Nunca dije lo otro.

¿Es cierto que para un juego entre China y Taiwán inventó los nombres porque recibió las alineaciones en los idiomas de esos países?

No venían ni alineaciones. Solo el ambiente de chinos gritando. Estaba con Luis Humberto Ramírez y le dije: ‘ahora, ¿qué hacemos?’. Me dijo que inventáramos algo. Teníamos un directorio telefónico, abrí la parte de Limón, y apunté a todos los chinitos de Limón en las alineaciones, con su número respectivo. En eso llegó Moncho (Ramón) Coll y dije que el número siete se llamaría Mon Chon Coll. Comenzamos a narrar y nunca nadie se dio cuenta. Era el tiempo en que no había Internet, como en el año 82.

¿Cambiaría la forma como narró el gol de Hernán Medford, en el mundial de Italia 90?

No. Cuando íbamos para el Mundial decía que si Costa Rica hacía un gol, cantaba La Patriótica. Al final, hicimos cuatro goles y nunca la canté. En el momento fue lo que dije y se me pegó el clutch (se ríe).

¿Qué representa para usted la figura de Hernán Morales?

Hernán está conmigo desde 1983. Es un gran amigo, un referente y nos llevamos muy bien. Yo tengo mis cosas y él las suyas. A veces discutimos, porque no estamos de acuerdo con lo que decimos, pero nunca hemos peleado.

A sus 70 años, ¿cuánto más se ve en la narración?

Gracias a Dios ya estoy pasando una gran afección en la garganta. Fallé muchísimo, sobre todo cuando había goles, pero me he recuperado bastante y me siento bien. Como dicen los jugadores: ‘me siento en tremendas condiciones’.

¿Siente que en Repretel le bajaron el perfil en los últimos meses?

Sí. Es cuestión de la empresa. Todos vamos para viejos. Ya estoy pasando y viene gente nueva. Eso es lógico y lo normal en la vida de toda persona. Todavía creo que puedo narrar algunos juegos más.

¿Lo resintió eso?

Sería muy mentiroso si dijera que no me dolió. Puse esto en manos del Señor, él es el que nos dirige y nos lleva a todo en la vida. Aquí estoy, a lo que él quiera.

En términos futbolísticos, ¿se le embarrialó la cancha a Pilo?

Pues sí, está embarrialada. Me siento bien todavía y pueda que la empresa decida no contar más conmigo, pues esa es la ley de la vida.

¿Ha temido que lo despidan?

La verdad, no le temo a eso.

¿Ha pensado en el retiro?

Siempre dije que para el Mundial de Sudáfrica 2010 me iba a retirar, porque cumpliría 50 años de andar en esto y eso es mucho tiempo. Luego me envalentoné y continué. Podría decir que fue para ese mundial cuando estuve mal de la garganta y yo seguí haciéndole frente. Me fue mal y, hasta ahora, creo que eso todavía me lo están cobrando. Voy a salir por la puerta grande.

¿Qué cree usted que es lo que más le critican a Pilo Obando?

Hace muchos años, tal vez, que era muy vehemente y hería mucho a las personas. De eso sí me siento culpable, y le pido perdón a todo aquel involucrado en eso.

¿Ahora qué le critican más?

Tal vez que no canto bien el gol.

Algunos críticos suyos dicen que ya Pilo está desgastado, agotado y acabado en esto de la narración...

Lo peor que hay es llegar a viejo y no darse cuenta de que ya no. Cuando fui joven, de alguna u otra manera, también hablé de los viejos. Ahora estoy en el sector de los viejos y los jóvenes hablan de que ya no sirvo. No sé qué pensar sobre eso.

¿Le duele que algunos critiquen sus oraciones y lecturas bíblicas antes de arrancar las narraciones?

Soy el más feliz leyendo eso. Allá cada uno con su conciencia y su manera de ver las cosas. En eso no me meto. Mucha gente me pregunta por qué no volví a decirlo. Otros están felices. Algunos se enojaban porque decía que Jesucristo es el rey y señor de Costa Rica.

¿Por qué no lo volvió a hacer?

Me lo prohibieron en el canal. Fueron quitándolo poco a poco, hasta que no lo volví a decir.

Muchos dicen que usted es un bateador en las narraciones...

Me da risa eso. Todos pifiamos el nombre de algún jugador en alguna oportunidad. Si fulano de tal metió un gol y uno dice que fue otro, es un error que se comete. Eso es de gente que se fija en cosas muy pequeñas y que hilan muy delgado. Es que hay que ver lo que es estar frente a una pantalla 90 minutos, muchas veces adivinando qué es lo que pasará. Eso es parte de narrar.

¿Se considera un ícono de la televisión nacional?

No. Soy uno más del montón.

¿Y de la narración?

Lo que agradezco es la cantidad enorme de gente que me felicita, que habla conmigo en la calle o adonde vaya me piden fotos. Todo eso se agradece y eso me permite pensar que uno todavía está vivo.

¿Qué piensa de las críticas de que ya comenzó a fallarle la voz?

Diay, ¿con 70 años no va a fallar la voz? ¿Qué piensan, que soy Robocop? Soy un ser humano, que falla y que todo se va gastando en la vida.

¿Qué le han dicho sus fans en estos últimos meses?

Me han dicho tantas cosas... que mejor no digo nada de eso porque suena como a petulancia. Prefiero guardármelo, dejar que cada uno lo piense. Muchísimos piensan muy mal de mí, pero hay gran cantidad de gente que piensa muy bien.

¿Faltan en nuestro país figuras en esto de la narración deportiva?

Cuando yo comencé, no éramos tantos. Ahora hay un montonazo, por todos lados están.

Pero, ¿figuras influyentes?

Mario McGregor es el mejor, pero faltan figuras originales. Aquí alguien dice la frase: “la cereza en el pastel”, y después todo el mundo la repite. ¿Por qué tiene que ser una cereza y no un banano? Somos un montón de imitadores. Todo el mundo usa palabras suramericanas. Nadie es auténtico y, quizá, es la parte que muchos me envidian.

¿Qué se requiere para ser reconocido y no uno más del montón?

Ser uno. Aquí imitamos a muchos porque tienen sus cosas originales. Recuerdo, hace muchos años, a un excelente narrador mexicano. Siempre lo escuché, pero nunca le copié nada. Pastor Durán me dijo, cuando yo apenas iniciaba, que tenía que narrar como lo sabía hacer, sin imitar a nadie ni inventar cosas que no pueda decir. Por malo que sea, la gente lo va a querer. Palabras proféticas y sabias.

Y, ¿para ser generador de opinión pública como usted y otros?

Ser original. Los jóvenes hacen lo mismo que uno hace. Aquí piensan que narrar en televisión es ir soplado y eso es para radio. ¿Qué hago con decir todo si usted lo está viendo o será que tiene apagado el tele?

¿Cuál será el legado de Pilo Obando, para los prospectos, una vez que se retire de la narración?

Qué difícil. La marca de ser auténtico, no imitar ni decir palabras rebuscadas. Les pido, a los que vienen atrás, que son muy buenos, que sean ellos y no anden buscando qué es lo que dicen los otros.