Las graderías al lado de la pasarela de 25 metros del Fashion Week San José estuvieron, anoche, a reventar. Muchos de los asistentes tuvieron que observar de pie el paso elegante de las modelos durante unas dos horas.
Esta situación no impidió que los susurros y comentarios sobre las creaciones de diseñadores nacionales e internacionales se mezclaran con la música electrónica que programaba el DJ Bo durante la primera noche de esta actividad en el hotel Real Intercontinental este jueves.
Abriendo la pasarela, cuerpos esculturales fueron los encargados de desfilar las creaciones de la marca colombiana de trajes de baño Agua Bendita.
Los diseños de las amigas Catalina Álvarez y Mariana Hinestroza atrajeron la atención de los presentes por sus diseños hechos con licra y llenos de bordados confeccionados a mano con colores metálicos.
Desde el inicio de la presentación, el maquillaje con tendencias de las pasarelas internacionales resaltó en el rostro de las modelos.
El trabajo de 10 maquillistas profesionales, guiados por Hugo Gamboa de la marca Mac, fue llamativo debido a la sobriedad y elegancia de los colores que utilizaron.
Con la colección Rebirth, de la costarricense Michelle de Matheu, se abrió la participación nacional en el evento de moda. Las sedas y los crepés formaron parte de las piezas que ideó la diseñadora graduada en el instituto Parsons de Nueva York y del Marangoni en París.
La tendencia modern oriental estuvo presente en los vestidos, faldas y blusas que se mostraron, con cortes rectos en sus líneas, mientras que la paleta de colores que utilizó estuvo basada en rojos, azules y blancos.
Los vestidos de fiesta con sus lentejuelas, encajes y sedas llegaron con las creaciones de la española Rosa Clará, quien, por segunda ocasión, se presenta en el Fashion Week.
La presentación de la colección Silencio de las mexicanas Julia y Renata fue un homenaje a la composición Cuatro minutos y treinta y tres segundos , del estadounidense John Cage.
Los vestidos de las hermanas mexicanas eran cortes de tela en rectángulos con menos de cinco costuras por pieza. Los materiales en su mayoría eran sedas y lanas en colores negro, rojo indio, lavanda y blanco.
Fineza. El cierre de la primera jornada de moda estuvo a cargo de dos diseñadores de joyas y accesorios.
Los bolsos de la marca Autóctono, del costarricense Álvaro Núñez, lograron capturar la atención por las texturas que presentaron.
Los colores llamativos de la tela y el cuero con que fueron elaborados son el resultado de las manos de indígenas de la región boruca.
Un video introductorio a la pasarela les explicó a los presentes cómo se confeccionan las piezas del costarricense.
Las telas fabricadas en telares de cintura fueron bien acogidas anoche, cuando miradas y gestos de aprobación seguían los diferentes estilos que cargaban las modelos.
Al cierre de edición el mexicano Daniel Espinosa, con su joyería basada en plata, era el encargado de cerrar el primer día de moda.