Polémica grita en puestos de revistas

El sexo, la política y hasta la religión en portadas de revistas han causado indignación en Estados Unidos y el mundo

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Las revistas estadounidenses han sacado partido este año de la matemática de la controversia. A fin de cuentas, el objetivo será siempre el mismo: vender, estar en boca de todos.

En lo que va de este 2013, tres portadas han conmocionado, no solo a sus lectores habituales, sino al mundo entero.

El caso más fresco es el de Rolling Stone , la cual logró duplicar sus ventas al colocar en su portada a Dzhokhar Tsarnaev, el presunto autor de los atentados de la maratón de Boston, que dejó un saldo de tres fallecidos (entre ellos un niño de ocho años) y 264 heridos.

Según reportes del sitio especializado Magazine Information Network, entre el 19 y el 29 de julio se vendieron 13.232 ejemplares, un 102% más que en el mismo periodo del año anterior.

Pocas horas luego de que el escándalo comenzó a circular en redes sociales, Rolling Stone publicó un comunicado con una disculpa y explicó que la decisión obedecía a la importancia de explicar las “complejidades” de la tragedia.

También hizo historia Sports Illustrated , la revista que en abril se robó las miradas con un imponente titular construido a partir de una declaración de tan solo 14 palabras: “Soy un jugador de la NBA de 34 años. Soy negro. Y soy gay ”. De esa manera, Jason Collins se convirtió en el primer atleta profesional de Estados Unidos en confesar abiertamente su homosexualidad.

Por su parte, The New Yorker celebró en julio pasado la anulación de la Ley de Defensa del Matrimonio por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos. “Marcó el momento al presentar a una de las más famosas parejas de homosexuales en la cultura pop: Bert y Ernie”, señaló el Huffington Post .

Los productores de Plaza Sésamo han negado en varias oportunidades que sus personajes sean más que amigos e incluso reveló, dos años atrás, que “no tienen orientación sexual alguna”.

Esta portada fue aplaudida por estrellas como Seth Meyers y Mia Farrow, así como también fue criticada por trivializar y dar matices infantiles a tan seria decisión.

Estas no son las únicas portadas que han cosechado tempestades entre los sectores más conservadores. Ejemplo de ello son las reacciones suscitadas hacia todas aquellas que convierten el tema de la homosexualidad en foco de atención.

Uno de los casos más recordados es el de la presentadora Ellen DeGeneres, quien en 1997 decidió revelar su secreto a Time .

El cantante Clay Aiken (famoso por American Idol 2003) es otra de las personalidades que decidieron hacer pública su preferencia sexual a través de declaraciones que indiscutiblemente venderían como pan caliente una revista. Él apareció en People con su hijo en brazos y con la leyenda “Sí, soy gay”.

La metáfora prohibida. La alusión a imágenes religiosas también es una estrategia constante en la industria editorial, una manera de conseguir atención.

Algunas de las más famosas alusiones a Jesús –además de molestas para los grupos cristianos– fueron publicadas por Rolling Stone, Wired y hasta por la revista de moda Purple Fashion , que se valieron del simbolismo de la cruz y de la corona de espinas.

La portada de la edición de abril de 1966 de Time será recordada como la primera en la historia de esa revista que se publicó sin imágenes. Sin lugar a dudas, con un titular como “¿Está muerto Dios?” no son necesarias las fotografías para destacar en los quioscos.

Otra de las revistas que se ubicó en el centro del huracán fue Newsweek , al colocar al mandatario Barack Obama con una aureola y tildarlo como “el primer presidente gay”, a raíz de su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Historias tras el papel. En 1965, la portada de Life hizo que los estadounidenses vieran la realidad de la guerra en Vietnam, con una cruda imagen captada por la lente del fotógrafo Paul Schutzer.

Tres años más tarde, Esquire puso sobre la mesa el caso del boxeador Muhammad Ali, despojado de su título por negarse a ingresar al Ejército. La justicia no admitió el abuso hasta 1971. La foto es una metáfora del mártir San Sebastián.

Otro caso que generó indignación fue el de la portada de Time de junio de 1994, que oscureció de forma artificial la imagen de O. J. Simpson, y reforzó así el estigma social contra los afroamericanos.

También llamaron la atención la de la primera mujer negra en Playboy, la de Demi Moore embarazada y desnuda, la fotografía captada horas antes de la muerte de John Lennon para Rolling Stone , la fotografía de Michael Jackson probablemente muerto, la de la lactancia de Time , algunas apariciones de Obama en Newsweek y The Newyorker , así como las imágenes de índole sexual o contenido grotesco de Esquire, Hustler, Rolling Stone , e incluso de The Economist .

Sin duda, la reina de la controversia es, hasta hoy, la portada de Time que nombró a Adolfo Hitler como el hombre del año en 1938 “para bien o para mal”, tal como lo expresó entonces el fundador de la revista, Henry Luce.

En la imagen se aprecia al “organista Adolfo Hitler tocando su himno de odio en una catedral profanada, mientras que las víctimas cuelgan en la rueda de Santa Catalina y la jerarquía nazi observa”, según explicó la propia revista .