Meg Ryan cumple 60 años lejos del éxito, desterrada del Hollywood que alguna vez la adoró

Era la reina de las comedias románticas, hasta que la industria y sus fanáticos le cobraron haberle sido infiel a un mal esposo y ‘dañar’ con un desnudo su imagen angelical

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Hacia finales de la década de 1980 y durante buena parte de los años 90, las comedias románticas tenían una reina. Meg Ryan era la rubia consentida de Hollywood en los filmes de ese género.

Su éxito era tal que llegó a ser llamada La novia de América, luego de protagonizar producciones cinematográficas como Cuando Harry encontró a Sally (1989), Algo para recordar (1993), Adictos al amor (1997) o Tienes un e-mail (1998), que rápidamente se convirtieron en máquinas de vender boletos al cine.

Su carrera dorada parecía no detenerse y ya para el año 1999 había estelarizado más de 20 películas y varias producciones en la pantalla chica. Tenía miles de fanáticos y seguía siendo una de las actrices favoritas entre los amantes del cine. Además, había compartido créditos con varias de las principales estrellas masculinas del momento, como Tom Hanks y Dennis Quaid (con quien se casó en 1991).

Y aunque nunca estuvo nominada a un premio Óscar, su consolidada y próspera carrera la respaldaba. Sin embargo, una decisión laboral que tomó en el 2002 fue el motivo por el que el pasado viernes 19 de noviembre celebró sus 60 años lejos del éxito en Hollywood y sin ser portada en las revistas de prensa rosa más aclamadas en Estados Unidos. Su cumpleaños pasó sin pena ni gloria.

Con la llegada del nuevo siglo, Meg Ryan consideró que era momento de trabajar en otro tipo de proyectos, aunque no dejaba las comedias románticas de lado.

“En el año 2000, Meg hizo algo que ya venía haciendo pero que en este caso se magnificó por los resultados posteriores. Eligió un proyecto diferente: ella alternaba las comedias románticas, terreno en el que reinaba, con otro tipo de películas de diferentes géneros y con mayor riesgo artístico como la biopic de Jim Morrison dirigida por Oliver Stone o Cuando un hombre ama a una mujer”, explica el medio Infobae.

Así llegó a la cinta de drama Prueba de vida, la cual estelarizó junto al actor Russell Crowe, con quien tuvo una química instantánea. Para ese entonces su matrimonio de casi una década con Quaid no andaba muy bien y se reveló que la actriz le había sido infiel a su marido con Crowe. Y el público no se lo perdonó.

“Primero fue un rumor, después una certeza. Fue algo más que un romance entre famosos. Fue un escándalo. Meg fue condenada de inmediato. Ella, La novia de América, la ingenua y querible, de la que todos se enamoraban, se había convertido en una adúltera. Fue juzgada en cada medio. La lapidación pública fue masiva.

“Poco importó que la relación con Quaid ya estuviera acabada, de sus excesos, de las múltiples infidelidades del actor. Lo importante era que Meg había hecho lo que no se esperaba de ella, había defraudado a su público”, agrega Infobae.

Ese fue el principio del final.

Para el año 2002, a sus 41 años, cuando recién había ganado $15 millones por su papel en la comedia romántica Kate & Leopold (2001), cinta que protagonizó junto a Hugh Jackman, y como un intento por salvar su carrera, la actriz tomó la decisión más arriesgada de su carrera, al aceptar protagonizar In The Cut. Este era un filme que se estrenó un año después en el que la estrella interpretaba a una profesora solitaria quien mantiene una relación con un detective de policía que investiga una serie de crímenes.

“La alta carga erótica del filme obligó a Ryan a protagonizar escenas de desnudo y de sexo explícito, algo que no era nuevo para ella. Pero falló a la hora de advertir cómo un paso en falso puede suponer el suicidio profesional hasta para la estrella más brillante de las colinas de Los Ángeles”, diceEl País de Epaña.

Tras aquella cinta, las películas taquilleras y las comedias románticas se acabaron y los directores apostaban por otros nombres, a los que los fanáticos sí quisieran ver en pantalla y que les garantizara el éxito en taquilla.

Desde entonces Meg participó esporádicamente en algunos filmes, pero su fama no era la misma. Su última producción fue Ithaca en el 2016, en la que actuó y dirigió.

En una entrevista del 2019 con The New York Times, la actriz reconoció que nunca logro reponerse de aquellos turbulentos años en los que pasó a ser la querida actriz de comedias románticas a tener el rechazó de esos fans que en algún momento la aplaudieron.

“Desde entonces todos los publicistas me han dicho que debería haber preparado a mis seguidores, porque el sexo echa a la gente. Nunca me había presentado tan sexual, era muy diferente al arquetipo que me habían asignado. Yo pensaba que estaba acabada y probablemente ellos también lo pensaban”, dijo.

Ahora, más que de su carrera, se habla de los rasgos físicos de la actriz, dados los cambios de su rostro a causa, supuestamente, de distintas cirugías.