Marilin Gamboa y Cristiana Nassar dicen que el esfuerzo valió la pena

Porcentajes Gamboa obtuvo el 54,6% de los votos del público, mientras que Nassar recibió apenas el 45,4% de estos

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Marilin Gamboa salió victoriosa del reto de presentadoras al que ella y Cristiana Nassar se enfrentaron la noche del sábado para defender una ilusión más en la pista del Bailando por un sueño 3 , esfuerzo que ambas destacaron como valioso para su crecimiento personal.

Gamboa obtuvo el 54,6% de los votos del público, mientras que Nassar recibió el 45,4%. De esta manera, triunfó el sueño defendido por la primera: una silla de ruedas especial para una jovencita de 22 años que padece una enfermedad degenerativa.

Tras el programa, las presentadoras hablaron con Viva acerca de su preparación para este momento de competencia. Por su parte, Sabrina Fuchs, coreógrafa, dijo acerca de Gamboa y Nassar: “Las dos tuvieron que trabajar fuerte. Con Cristiana, hubo primero que tranquilizarla y darle mucha confianza, y con Marilin, había que trabajar en más técnica, porque ella venía ya con un poquito más de experiencia en el baile”.

¿Cómo fue la preparación para este reto?

Marilin: Ensayábamos todos los días, de cuatro a seis horas y media. Ensayábamos cada vez que había chance. Se suele pensar que en un reality de estos, la gente se lanza más que todo por un tema de exhibicionismo. Si bien es cierto esto es una gran plataforma para crecer en el área profesional en que uno se desenvuelve, también es una cuestión de compromiso: si te metiste a jugar, tenés que aguantar.

“Ahora bien, todos manejamos cierto ego profesional y no queremos hacer las cosas mal, y eso fue los primero que nosotros dijimos; le apostamos a la excelencia y yo creo que eso fue lo que se vio”.

Cristiana: Fue terrible, yo me cansaba de contar (los pasos). Lloré tantas horas como ensayé, porque si esto fue un reto, creo que fue un reto para mí, para lograr coordinar, para lograr ensayar, para que me quedara en la mente. Tengo sangre en el tobillo, en los dedos.

“Es impresionante el número de horas que uno ensaya. Ha sido un desgaste pavoroso, hasta perdí como cuatro kilos”.

¿Cuál fue el mayor desafío que tuvieron al aceptar el reto?

Marilin: El tiempo, porque además de trabajar en televisión, tengo una empresa de asesoría en mercadeo y manejo de imagen comercial. Me encargo de la producción del programa El precio de la belleza y tengo mi responsabilidad en 7 Estrellas , que lo amo. Entonces mi vida se parte en cinco áreas, porque también tengo mi área familiar y personal. Sin embargo, Cristiana se portó a la altura del euro, ella me decía: ‘Vos tenés cosas que hacer, si vos tenés que ensayar a las 2 a. m. yo ensayo a las 2 a. m.’ Y ahí es cuando uno se da cuenta de que hay un equipo.

Cristiana: En mi vida he bailado, en mi vida ni siquiera he podido hacer aeróbicos, yo soy totalmente descoordinada; entonces fue terrible. (...) Por eso, mi único camino fue ensayar. Tengo todo, todo en sangre. Y era toda la madrugada, después de llegar a las 12 medianoche y hasta las 2 de la mañana, yo seguía ‘el paso aquí, el paso aquí, el paso aquí’. Tenía que ir contando con la boca, pero a la vez debía hacer cara de mala; así que fue algo pavoroso.

¿Qué sienten que les dejó a ustedes el bailar para defender una causa benéfica?

Marilin: Esto ha sido una relación ganar-ganar. Creo que todas las partes salimos satisfechas. Yo he crecido dos veces más de lo que pensé que iba a crecer con la experiencia de trabajar en Teletica Formatos.

“A mí, esta ventana me ha dado la oportunidad de afianzar lo que soy yo como persona, o sea, creerme realmente lo que Dios ha hecho en mi vida para poder recibir sus bendiciones y disfrutarlas, porque muchas veces Dios nos da las bendiciones y nosotros no sabemos cómo disfrutarlas, no las identificamos. Esto me ha ayudado a aprender a manejar muchísimas emociones y a esperar el tiempo de Dios”.

Cristiana : ¡Ahh, genial! Cuando conocimos el sueño, se disipó todo el susto, el temor, las inseguridades y todas las frustraciones personales. Todo eso se se quitó, se cambió, no me importó nada. Cada vez que ensayaba, pensaba en esos muchachos con algunas discapacidades (de la Asociación de personas con discapacidad de Santa Ana) y decía: ‘Es para ellos, lo vamos lograr’. Y eso tenía que lograrlo y poder transmitirlo, para contagiar a la gente y que votara por mí.

“Pero yo también le pedía a Dios que Mari ganara, porque ella también se ha esforzado mucho y, en estos programas, la gente vota por quien baila mejor, cada día me convenzo más.

Y lógicamente Mari baila mejor que yo. Ella lo hace mil veces mejor, quien debía ganar era ella. Estoy feliz y vamos a hacer el sueño (conseguir una cama ortopédica para una señora de dicha Asociación). Les prometí una fiesta y la vamos a pasar divino”.