El nombre de Lindsay Lohan se ha convertido en sinónimo de escándalo y desenfreno.
Durante los últimos cinco años, la actriz fue arrestada por conducir en estado de ebriedad y por consumo de drogas, demandada por robar un abrigo de $11.000 (unos ¢5,6 millones), tenido turbulentas relaciones y, por si fuera poco, debía el pago de impuestos.
Todas estas situaciones han hecho que Lohan confiese que perdió el control de su vida.
Esa confidencia fue dada a conocer este fin de semana por el sitio de entretenimiento TMZ.
El portal de noticias asegura que la actriz, de 26 años, admitió que perdió el rumbo de su vida.
La joven, que comenzó su carrera en la película infantil The Parent Trap , habría realizado esa revelación a sus amigos más cercanos.
Aunque es consciente de su pasado problemático, Lohan asegura que todo fue culpa del entorno en el que ha vivido.
La joven dijo que esas situaciones son consecuencia de haberse vinculado con un grupo de personas malas y oportunistas, según destaca el portal de noticias.
La actriz, que en el 2004 incursionó en el mundo de la música, asegura que necesita ayuda para salir adelante.
“Está desconsolada. En numerosas ocasiones, ha llamado entre lágrimas a su abogada pidiéndole ayuda”, dijo una fuente cercana al sitio TMZ.
Sin dinero. Los problemas de Lindsay Lohan parecen nunca acabar. Días atrás, se supo que debe $16.000 (unos ¢8 millones) a una compañía de depósitos que contrató para almacenar varios objetos.
Por si eso fuera poco, la Hacienda Pública de Estados Unidos incautó sus cuentas bancarias ya que les adeuda cerca de $200.000 (unos ¢100 millones).