La muerte de Lisa Marie Presley, a los 54 años, producto de un paro cardiaco, generó una gran sorpresa en el mundo del entretenimiento. Ella era la única hija del rey del rock y también su única heredera, lo que ha generado gran expectativa de qué pasará con la fortuna que acumuló con los años, tras la muerte de su padre en 1977.
De acuerdo con medios internacionales, cuando Elvis falleció su fortuna era de $5 millones, no obstante, Priscilla Presley, madre de Lisa, convirtió la finca Graceland (la casa del rey del rock y en la que nació su única hija), ubicada en Memphis, Tennessee, en un sitio turístico exitoso. Además, la actriz constituyó la empresa Elvis Presley Enterprises para capitalizar su imagen.
Cuando Lisa cumplió 25 años y recibió finalmente la herencia de su padre, en 1993, su madre había logrado que la fortuna se incrementara a aproximadamente $100 millones.
Diez años más tarde, en el 2003, la heredera nombró al experto en negocios Barry Siegel para que le ayudara a administrar su dinero; sin embargo, dos años después Siegel vendió el 85% de las acciones de Lisa en la compañía Elvis Presley Enterprises, por lo que perdió el control total de la empresa familiar y los derechos de la imagen de su padre.
Según Daily Mail, Siegel dijo que el acuerdo ayudó a saldar “más de $20 millones en deudas en las que Lisa había incurrido y le generó más de $40 millones en efectivo y un flujo de ingresos multimillonario”.
No obstante, Lisa afirmó que Siegel le hizo creer que sus finanzas estaban en buen estado, pero en realidad le hizo perder millones de dólares debido a una inversión fallida. Al final, terminó demandándolo en el 2018 por mal manejo de sus finanzas; pero él la contrademandó.
Hasta ahora se desconoce realmente a cuanto asciende su fortuna o si estaba a las puertas de la ruina, pues cuando se estaba divorciando del músico Michael Lockwood, en el 2016, Lisa “dijo que ganaba $100.000 y enfrentaba enormes deudas y gastos para pagar el cuidado de sus hijas gemelas”, según detalla Mirror.
Lo cierto es que, tras su muerte, su herencia pasaríaa manos de sus hijas, quienes llevan sangre Presley en las venas: Riley (fruto de su relación con Danny Keough) y las adolescentes de 14 años Finley y Harper, gemelas que tuvo con Lockwood.