La sencillez reinó en la ceremonia

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A pesar de que este jueves un país entero estrenó rey y reina, la ceremonia de proclamación de Felipe VI en España se caracterizó por la sencillez.

El experto en monarquías e historiador costarricense José María Milo Junco, calificó como elegante y austera la coronación, el desfile por Madrid y el saludo en el Palacio de la Zarzuela.

“Es uno de los traspasos monárquicos más simples de toda la historia”, aseguró Milo .

Moda. El protocolo de vestimenta dictaba que los invitados a la actividad asistieran con traje negro y las mujeres con vestido corto.

Así lo cumplieron los asistentes; solo sobresalieron los uniformes militares de Felipe y su padre Juan Carlos, y los sencillos diseños de los vestidos de Letizia, esposa del nuevo rey, y de la reina Sofía.

El look de Letizia fue una incógnita hasta el momento de la actividad. Luciendo una creación de Felipe Varela, su diseñador de cabecera, la reina llevó un conjunto de dos piezas de color blanco roto.

“Es un vestido muy conservador en un tono muy lindo y muy sobrio. Es digno de una soberana”, comentó Junco.

Con respecto al peinado de la nueva reina, el experto afirmó que llevar el cabello suelto era adecuado a la ceremonia, porque no era necesario utilizar peinados estruendosos, ni mucho menos sombreros o tocados.

En cuanto a la presentación de la reina Sofía, madre de Felipe, la sobriedad fue su punto alto.

“Se decidió por usar un color verde lecho y la tela era seda lana que a Sofía le gusta mucho por ser gruesita y brillante con cierto satín”, comentó el experto.

La princesa Leonor y la infanta Sofía también captaron las miradas con sus trajecitos.

Las niñas iban vestidas con el mismo diseño, pero diferenciadas por los tonos de las telas; además, los zapatos estilo bailarina estuvieron muy acorde con su edad.

“En el caso de los tonos de la ropa de las niñas, uno es un garbanzo pálido y el otro es rosa satín o rosa bebé, ambos con una confección irreprochable”, manifestó Junco.

Protocolo. El rey Felipe tiene acostumbrados a sus seguidores y al pueblo a dejar un poco de lado el protocolo real. También Letizia impone su sello no monárquico en el palacio.

Las actividades oficiales de este jueves estaban programadas para que el rey y la reina viajaran del Congreso al palacio y luego saludaran en familia al pueblo, pero en algunas circunstancias cambiaron el libreto y se dejaron ver como una familia amorosa y sencilla.

“Esto significa para los españoles que los reyes son de ellos, del pueblo. Es un acercamiento entre la realeza y los súbditos”, dijo Milo.

Durante la ceremonia y el saludo hubo muestras de cariño entre las niñas, sus padres y los abuelos.

“Los besos y los abrazos le gustan a la gente. Letizia besó en la mejilla a su esposo y él estuvo pendiente de las hijas en todo momento; eso da la impresión de que son una familia feliz”, agregó.

En pleno siglo XXI, un cambio de rey se ajusta a las necesidades actuales. “Las coronas han caído, entre otras cosas, por la ostentación manifiesta. Los tiempos cambian”, finalizó Junco.