“Ojalá todas las mujeres denuncien los abusos y no sufran por lo que yo estoy pasando”, dice la voz de Marisa Moreno, nieta del fallecido Cantinflas, en un audio grabado desde el hospital donde se encuentra internada con 200 fracturas en su rostro.
Las heridas son el producto una golpiza que le propinó su esposo, Alain Meder, el 19 de setiembre y que la ha mantenido internada, con el rostro desfigurado, desde entonces.
De acuerdo con versiones recogidas por diversos diarios mexicanos y del resto de Latinoamérica, la joven fue encontrada en una habitación del penthouse en el que vive, en el barrio de Interlomas, en el Distrito Federal de México.
“La hallaron boca abajo en un charco de sangre tras romper la puerta de la habitación en la que el agresor la había encerrado, creyéndola muerta”, aseguró el Clarín de Argentina.
Alain Meder, casado desde hace dos años con Marisa, fue detenido dos días después de la agresión y enfrenta cargos por violencia de género, lesiones graves, tentativa de homicidio y cohecho, ya que habría intentado sobornar a la policía.
Pasado turbio. La familia de Cantinflas conoce de cerca la tragedia y la desgracia.
En junio de 2013, año que marcaba dos décadas del fallecimiento del legendario humorista, se suicidó Mario Moreno Bernat, hermano de Marisa y de apenas 22 años.
En aquel momento el padre, acusado por su propio hijo de haberlo iniciado en el consumo de drogas, debió salir a dar explicaciones sobre el suicidio. Habló de las inseguridades de su hijo y ofreció un detalle macabro del hecho paseándose por varios medios.
Además, según reportan varios medios mexicanos, Gabriel, el menor de los tres hermanos, actualmente vive en condición de indigencia en el pueblo de Tecamachalco, con la vida azotada por la adicción a las drogas.
Agresiones comunes. De vuelta al caso de Marisa, según reporta El Universal, de México, “la violencia era común en su matrimonio”.
Durante la relación, que se extendió durante dos años, la joven fue vista en varias ocasiones con moretones y otras lesiones derivadas, supuestamente, de las discusiones con su marido.
Mario Moreno Ivanova, hijo adoptivo de Canfinflas, reveló a ese diario mexicano que nunca simpatizó con su yerno por la forma en que trataba a su hija, pues era muy grosero incluso enfrente de él y que, aunque intentó detener el matrimonio, no pudo hacerlo pues su hija se casó a los 19 años, con mayoría de edad.
Incluso, Marisa argumentaba en defensa de su marido agresor, asegurando que los moretones que solía mostrar eran culpa suya y no de Meder.
Actualmente, Meder espera a que inicie un proceso penal en su contra, algo que podría tomar varios meses mientras se recopilan pruebas como los videos de seguridad del edificio donde vivía con Marisa, quien espera paciente desde la cama de un hospital.