Juliana Herz: silenciosa en Costa Rica, un pegue en el extranjero

Venciendo estereotipos sobre su estatura, la tica de 24 años saldrá en la edición de mayo de la revista Cosmopolitan for Latinas en Estados Unidos, y está firmada en las tres agencias Elite de ese país

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Aunque su nombre no es tan conocido en el país, en otras latitudes tiene bastante colmillo en la industria de la moda. Muy a su estilo, –calladita pero trabajando como hormiguita– la guapa costarricense Juliana Herz va cosechando éxitos en el modelaje internacional.

La joven, de 24 años, quien creció entre Escazú y Tamarindo, en Guanacaste, es la única tica firmada por las tres agencias Elite Model Management , en Nueva York, Los Ángeles y Miami.

Con una chispeante belleza, rostro fino y labios tentadores, la tica hizo una sesión fotográfica el miércoles para salir en la revista Cosmopolitan for Latina , en Estados Unidos.

Desde La Gran Manzana, Herz habló de cómo ha ido dando atinando pasos en su carrera.

¿De qué se trata el trabajo con la revista Cosmopolitan for Latina y por qué es importante?

Asistí a un castin aquí en Nueva York y terminaron eligiéndome; buscaban una latina. Sale en mayo, y en realidad para cualquier modelo es superbueno, porque más gente te ve, es mayor exposición, y en portafolios de modejale lo más fuerte son las páginas de revistas. Las fotos son de verano.

¿En esta profesión la suerte llega o se busca?

( Risas ) La verdad... sí es un poco de suerte. El modelaje no lo hace cualquiera, hay que contar con ciertos cánones, infraestructura física y también poner de su parte. Uno no se puede quedar sentada esperando a que lleguen los trabajos.

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¿Hace cuánto vive en EE. UU.? ¿Le ha costado adaptarse?

Dos años en Estados Unidos (Los Ángeles) y en Nueva York desde octubre. El trabajo y la experiencia aquí es increíble. Puedo hacer algo que disfruto y a la vez genera ingresos para poder pagar mis cuentas; no depender de mis papás.

”Como estaba acostumbrada al clima tropical y viviendo en Tamarindo, las temperaturas acá son negativas, bajo cero. Me levanto todos los días y siempre hay nieve, cuesta caminar”.

¿Hace cuánto salió del país y qué la motivó a probar suerte afuera?

Hace 4 años. En realidad me fui a hacer un programa de intercambio de la Universidad en la carrera de Psicología, en Chile, y así fue como comenzó todo. Mi agencia madre en Costa Rica , Independent Model Management, me colocó en una agencia allá, y estudiando me fueron saliendo trabajos.

¿Es cierto que en Costa Rica y en Chile le cerraron las puertas en varias ocasiones?

En Costa Rica pasó más, pero porque existía esa mentalidad; ahora me parece que la gente está más informada. Lo recuerdo como si fuera ayer. Tenía un castin y me preguntaron: ‘¿Cuánto medís? ¿1,70?’. Me hicieron quitarme los zapatos y me dijeron: ‘No, usted es demasiado chiquita’.

”Estaban con esa idea de buscar gigantonas. Al final, en el mundo de la moda, la estatura no importa, solo para las pasarelas de alta costura. Lo que importa, en realidad, es que uno tenga las proporciones; uno puede verse alto en la foto y como tengo brazos y cuerpo delgados y largos, no importa la altura”.

¿No es tan cierta esa idea de que para trabajar se debe ser alta?

No es cierto. Conozco chicas altísimas y yo trabajo más que ellas. Si lo que uno quiere es vivir de la renta del modelaje, la pasarela no te lo va a dar. ¡Imposible! No paga más de $100 o $150 por desfile. Si se quiere vivir solo del modejale, tiene que ser comercial, con campañas y catálogos. Cuando llegué a Estados Unidos, me di cuenta de que eso es un mito. Si un cliente te ama, te va a amar sin importar la estatura.

¿Qué sacrificios ha hecho para desempeñarse como modelo comercial?

El más grande ha sido dejar mi familia; no hay día que no los extrañe. Los llamo todos los días. Tenía ganas de ir a Costa Rica ahora para mi cumpleaños (11 de febrero), pero pasé trabajando en Alemania.

¿Ha llorado alguna vez por eso?

He llorado miles de veces, no sé cuántas por estar lejos de mi familia. Es para mí lo más importante del mundo y esto ha sido lo más difícil en mi vida. Hace un par de meses falleció mi madrastra, y recibí la noticia abordando un avión. Quería ir a Costa Rica y no pude. Lo duro es que por trabajo al día siguiente debes estar con buena cara.

¿Cómo es Juliana la que está en su casa sin maquillaje?

¡Muy payasa! La gente, cuando ven mis fotos, creen que soy seria o una bomba sex i ( risas ). ¡Cero! Paso haciendo caras todo el día, bailando horrible para hacer reír a la gente. También soy muy casera, cero fiestera, y entre salir o leer un libro interesante, prefiero el último.

Hace unos meses nos dijo que “las chicas que más plata generan son las que se cuidan, y no significa ser esquelética”. ¿Cómo se cuida y qué piensa de esa percepción que tiene la gente de las modelos flacas?

Yo tengo un metabolismo muy acelerado. A mí me cuesta subir de peso, y la agencia lo que me pide es eso, que suba. Es prueba de cómo va cambiando la industria, ya no quieren chicas que se vean enfermas, sino saludables, que cuando vean una foto en un comercial se sientan identificadas. Yo lo que hago es que no como comida chatarra. En cuanto a ejercicios, tengo mis épocas, a veces soy una vaga, otras no tanto. Aquí, al menos en Nueva York, se camina mucho ( risas ).

¿Qué le dice a alguien que quiere aventurarse así como usted?

Que si de verdad lo anhela, que lo haga. Hay que aguantarse las críticas, tragárselas. Entender que no se refieren directamente a uno, sino que ese día no era el look que buscaban. Otro día sí será. Yo no es que todos los días en los cástines me dicen que sí; a veces, en una semana, solo pego uno. Ni siquiera las supermodelos les dicen que sí siempre.

¿A qué peligros se está expuesto en ese mundo del modelaje?

Lo que pasa en el modelaje es que hay personas que te facilitan salir, ir a las mejores discos, entrar y tomar gratis. Hay personas que su trabajo es atraer gente bonita para que ingrese más público. Y a veces ni les piden cédula a las chicas, las invitan y hay drogas. Yo tengo muy claro lo que es correcto y lo que no, para mí no fue tan difícil decir: ‘no gracias’, porque llegué más mayor que otras chicas y no me importa lo que piense la gente. Pero cuando estás muy joven, te puedes caer. Es un tema de edad. Sirve tener una buena agencia que te cuide.

¿Sus planes a futuro?

Me encantaría ser la primera tica en salir con Victoria’s Secret; ninguna lo ha hecho, y me gustaría llegar a ese nivel. Esta carrera es muy corta, no es algo que podés hacer el resto de tu vida. Hay que aprovechar las oportunidades, para luego mirar atrás y decir: ‘¡Wow!’.

¿Qué sigue en el calendario?

Lo que tengo fijo es que en abril me voy a Australia (agencia Chadwick Models Sydney) por tres meses. Es un mercado bueno en editoriales y revistas. Luego de ahí no sé, hay opciones pero nada en firme.