Jat Azofeifa: El cazatalentos tico que descubrió a Natalia Carvajal y a los gemelos Castillo

Por años se ha dedicado a descubrir y formar a costarricenses que buscan un futuro en el medio artístico, sin embargo, su rostro es poco conocido, pues no le interesa la fama. Coco Vargas, Valeria Rees y Alex Badilla también han sido algunos de los que hoy llama “hijos”

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Muchos están en televisión, otros han destacado en concursos de belleza, tienen carreras fuera de Costa Rica e incluso se han posicionado como creadores de contenido en las redes sociales.

Natalia Carvajal, Charlyn López y Gary Centeno son tan solo unos ejemplos de ticos que han logrado impulsar su carrera en el medio artístico y que hasta ahora ha sido muy exitosa desde su área de experiencia.

Y aunque son especialidades muy variadas, como modelo, presentadora y actor, respectivamente, todos tienen algo en común: la persona que los impulsó a cumplir su sueño.

Se trata de Jat Azofeifa, un productor que se comprometió con destacar el talento costarricense, exportarlo y ayudar a que las personas puedan abrirse un camino profesional en el mundo artístico. Así fue como descubrió a los gemelos Castillo, a Valeria Rees y a Coco Vargas.

“Todo lo que he hecho en este tiempo es cumplir sueños de personas que quieren ser artistas”, asegura Azofeifa, quien es productor de profesión.

Todo empezó hace 20 años, cuando lo reclutaron como presentador en Enlace TV, de la mano de la cineasta Soley Bernal. En ese momento, siendo tan solo un adolescente se dio cuenta de que no había nadie que lo dirigiera, que lo guiara con su presencia frente a las cámaras y allí descubrió que lo suyo no era estar frente a cámaras, sino detrás.

Conforme pasaron los años, se fue abriendo camino hasta llegar en el 2010 a Canal 9, donde pudo cumplir su sueño de reclutar talentos para su primer proyecto Ondívedu, el cual desarrolló durante sus años como estudiante universitario. Allí surgieron sus primeras figuras, a las cuales guió, apoyó y les abrió paso en el mundo artístico.

Mariana Loranca, Natalia Carvajal, Karina Campos y Norman Elizondo, fueron algunos de esos talentos a quienes les puso el ojo: los preparó para que tuvieran presencia escénica, les hizo cambio de imagen y los llevó de la mano para que pudieran hacerse un nombre en la farándula tica, pues encontró una chispa especial en ellos.

Hoy los llama “hijos” y está orgulloso de ver que todos han logrado destacar a lo largo de los años con paso firme en diferentes ramas del entretenimiento.

Los formó, los aconsejó, les dio la oportunidad y hasta la fecha son destacadas personalidades del medio artístico costarricense.

“En Ondívedu descubrí que tengo vocación para trabajar con talentos, entonces las empresas me llamaban para preguntarme si les prestaba a algunos de los muchachos y, en ese momento, yo no pensaba en formador de talentos porque yo decía que no servía para darle clases a la gente; pero me fui enamorando tanto de los sueños de ellos que fue lo que terminé haciendo”.

“En ese entonces recordaba a mi mamá que me decía: ‘uno nunca va a hacer las cosas mientras está esperando que llegue el dinero’, porque uno tiene que lanzarse y en el proceso todo va fluyendo de una forma muy positiva y así fue como lo hice, sin tener un solo contacto en el medio y siendo muy tímido fui cumpliendo mi sueño”, cuenta.

Tras el fin del programa de Canal 9, llegó a Batalla de Talentos y Guerreros, ambas producciones de Repretel, donde volvió a apostar por rostros que le dieran frescura a las cámaras. Lo mismo pasó con Giros de la Fama.

También trabajó para RG Elementos y a nivel internacional para el programa de TV Azteca La Academia Centroamérica (en Guatemala) y en la telenovela peruana Torbellino.

Hoy es el cazatalentos tico por excelencia, que también descubrió al locutor y presentador Rafa Pérez y a la Miss Mundo 2019, Jéssica Jiménez. Tiene su propia agencia formadora de talentos, en la que ha reclutado personas que sabe que llegarán lejos. Allí reciben clases de actuación, modelaje, baile, presencia escénica e incluso les cambia la imagen.

Prueba de ello es que desde el 2017, cuando abrió formalmente su agencia The One y más recientemente Úniko, se haya incrementado considerablemente la cantidad de ticos que han pasado el casting y han sido admitidos en el centro artístico de Televisa (CEA); este año seis ticos ya estudian allí.

“Es una responsabilidad sumamente grande formar figuras públicas, porque entonces yo tengo que formar chicos que estén 100% seguros de quiénes son, que se acepten tal y como son, que acepten las críticas, que sean agradecidos, que sean respetuosos con las figuras de autoridad de la industria y que utilizan su palabra para hacer el bien o por lo menos para influenciar positivamente a la gente o a las futuras generaciones, y eso ya me pone a mí en una posición bastante delicada, porque yo estoy formando a futuras voces, a futuros artistas que van a ser admirados por otros y por eso yo me siento como comprometido”, explica.

Sin embargo, reconoce que en muchas ocasiones es complicado, pues no faltan aquellas personas que de un pronto a otro ya no tienen los pies en la tierra y la carrera le ha enseñado que esto es fundamental para triunfar.

También se ha encontrado con muchas personas frustradas, con muchos complejos, indecisas, y con temor de arriesgarse a cumplir sus sueños y que se niegan a recibir la formación artística que él les ofrece. En este último caso, les insiste constantemente, pues sabe que tienen esa chispa que los llevará lejos.

“Son tres características principales las que veo en las personas: primero el tema de imagen, y no hablo de belleza física sino de algo en lo que visualmente pueda destacar. Lo segundo es la personalidad, porque alguien puede ser muy lindo y muy talentoso pero si no tiene personalidad no funciona, sobre todo en una industria donde lo que reina es la naturalidad y la personalidad; es decir, que llega un a un lugar y que llama la atención. Y tercero, el talento, tal vez no desarrollado al 100% pero sí ciertas bases, que tenga un oído relativamente afinado, facilidad de palabra, que no tenga complejos y se mueva con libertad”, detalla.

Pero, ¿por qué a pesar de su trayectoria y su conocimiento no es tan popular entre los ticos?

La respuesta es sencilla: Azofeifa asegura que a él no le gusta figurar, sino que los demás brillen. Eso sí, en el medio artístico sí ha logrado consolidar su nombre.

Ahora su deseo es recorrer el país buscando nuevos talentos que les permitan hacerse un nombre en el medio artístico y sus diferentes categorías, y posteriormente expandir su proyecto en México, donde muchos de sus “hijos” han logrado construir su sueño.

Mientras tanto, lucha contra aquellos que consideran que salir en televisión, modelar, cantar o bailar es una cosa de polos.