Jack Nicholson ‘no quiere salir de su castillo’ y preocupa a fans por su apariencia física

‘Francamente, él ya no puede recordar sus líneas de diálogo, no puede hacer lo que le piden’, cuentan fuentes cercanas al actor, quienes se preocupan por la vida solitaria que ha elegido el artista

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Se incrementa la preocupación sobre la salud del actor Jack Nicholson, uno de los actores más brillantes de su generación con roles legendarios en filmes como El Resplandor (1980), Batman (1989), Atrapado sin salida (1975) y China Town (1974).

Varios de sus amigos más íntimos han expresado su temor a que el actor “muera recluido como Marlon Brando”, pues Nicholson pasa los días enteros encerrado en su ‘castillo’ de Los Angeles. Las fuertes palabras fueron recogidas por el portal Radar Online, que se comunicó con allegados al triple ganador del Óscar.

“Jack nos dejó bien en claro que su casa es su castillo, pero queremos que salga un poco y que aparezca para que sepamos que está bien”, añadieron.

El actor, de 85 años, vive actualmente en su mansión de Mulholland Drive y fue visto públicamente por última vez el 19 de octubre del 2021, cuando acudió al estadio Staples Center para ver un partido de la NBA y alentar a Los Angeles Lakers junto a su hijo Ray, fruto de su relación con Rebecca Broussard. “Él es su protegido, está muy orgulloso de su hijo, se mantiene en contacto con él y con algunos familiares más, pero no socializa con nadie, eso es cosa del pasado”, agregaron sus amigos.

Asimismo, otra fuente contó que dichos amigos expresaron sus miedos trazando paralelismos con el actor de El Padrino. “Marlon Brando murió como un recluso tras haber vivido una vida pintoresca. Los amigos de Jack no quieren que le pase lo mismo, sus hijos son su única conexión con el mundo, no quiere enfrentar la realidad... Es triste”, dijo otra fuente.

Semanas antes de su sorpresiva aparición, un confidente del actor contó que su círculo íntimo teme que esté sufriendo de demencia senil y que “no quiere dejar su casa”.

En este contexto, resuenan fuerte las declaraciones de Nicholson al portal The Sun, de 2013. “No soy un solitario, no soy un recluso, pero no me hace falta volver (a la luz pública), ya no es una necesidad. No lo disfruto. Es tan simple como eso”, manifestó en una de sus últimas entrevistas concedidas en medio de rumores sobre su enfermedad, los cuales negó enfáticamente.

“Tengo el cerebro de un matemático, simplemente no voy a trabajar hasta el día en que me muera, no es por eso que comencé con esto. Quiero decir, no hay nada que me estimule. Antes sí, pero ahora no, así que no tengo razones para exponerme; cuando ya estás grande, cambias”, explicaba.

Hace una década, sus familiares también negaban que el actor estuviera luchando contra algún padecimiento. “No tiene ninguna enfermedad, ni demencia, ni problemas de memoria, y tampoco tiene planes de retirarse”, comunicaban por entonces.

De todas formas, en las últimas semanas se aludió a un posible cuadro de demencia. Su amistad con el cineasta James L. Brooks, quien lo dirigió en reiteradas oportunidades, lo condujo a hacer una participación secundaria en la fallida comedia romántica del realizador, ¿Cómo saber si es amor?, estrenada en 2010, y protagonizada por Reese Witherspoon, Paul Rudd y Owen Wilson.

Ocho años más tarde, y sin ningún proyecto en el medio, se informó que Nicholson iba a comandar el remake del filme germano-austríaco nominado al Óscar -y dirigido por Maren Ade-, Toni Erdmann. La adaptación estaba a cargo de Lisa Cholodenko, y la compañera de Jack iba a ser Kristen Wiig, quien además iba a producir la película originalmente pensada para Bill Murray.

El filme pone el foco en Winfried Conradi (Peter Simonischek), un padre que crea un álter ego, un personaje imaginario para reconectar con su hija Ines (Sandra Hüller), una mujer adicta al trabajo. Si bien el proyecto estaba encaminado, Jack decidió retirarse en el 2018 suscitando así nuevas versiones que aseguraban que se encontraba pasando un delicado momento de salud.

Además, en los últimos meses, se han filtrado fotografías donde se ve fuera de forma y con la mirada perdida.

“Francamente, él ya no puede recordar sus líneas de diálogo, no puede hacer lo que le piden”, contaron fuentes cercanas al actor al sitio Radar Online. Por otro lado, el periódico The National Enquirer informó que el protagonista de Chinatown salía poco de su casa de Hollywood y que, cuando lo hacía, todo el mundo lo notaba “desorientado y confundido”.

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