Con la autoridad propia de quien asume retos y se acuerda de vivir, el cantautor español Ismael Serrano cautivó al público que asistió la noche del domingo al Teatro Popular Melico Salazar.
Las imágenes del interior de una vivienda que se dibujaban en el escenario fueron más que suficientes para que el artista se armara una historia, en la que unos supuestos vecinos daban pie a las canciones de esta gira, denominada Acuérdate de vivir. Precisamente, ese es el mismo nombre de su más reciente disco.
A las 7:18 p. m. con Vuelvo, Serrano inició el concierto. Él saludó a sus seguidores y con un “siéntanse en esta casa como en la suya propia” los invitó a ser parte de ese recorrido musical, que, para fortuna de sus admiradores, se extendió por casi tres horas.
Un concierto tan poético como ameno apenas comenzaba.
Los fans de este artista español, quien ese día comenzó su gira por Latinoamérica, se tomaron a pecho la invitación y, uno a uno, fueron coreando los temas que siguieron: El espejismo, las muy gustadas Amores imposibles y Ya ves, así como Te vas, El virus del miedo y Vine del norte.
Entre nota y nota, el amor, el desamor, el desempleo y la lucha en la vida fueron sonando en las canciones de Serrano, quien demostró su habilidad para convertir en poesía las situaciones diarias y armar una presentación llena de mensajes, pero también muy entretenida.
Siempre con el montaje de la vivienda y las anécdotas de barrio como hilo conductor, el español continuó con No estarás sola, Ahora, Vértigo (canción muy aplaudida), Podría ser –adorada por el público– y Si se callase el ruido.
Historias hechas canción iban y venían. Entre halagos y aplausos para el español, llegaron también Balance, Canción para un viejo amigo, el coreado Recuerdo, No reconozco, Papá cuéntame otra vez – canción muy bien recibida– y Sucede que a veces.
Premio de los fans. El público celebró todas las interpretaciones del cantautor, quien demostró entrega, cercanía con sus fans y gran calidad artística.
De hecho, Serrano no sucumbió ante una molestia que parecía afectar su garganta; por el contrario, siguió adelante e hizo un llamado a la convivencia, perseguir los sueños y tomar las riendas de la vida. “La realidad termina donde lo hacen nuestros sueños (...) La excusa más cobarde es culpar al destino”, recalcó inspirado.
Con La pareja extraña, este español se despidió de su público. Luego de un “muchas gracias, hasta siempre”, los fans se pusieron de pie para entregarle una ovación a Serrano, quien antes de abandonar el escenario complació a los asistentes con Testamento vital y Últimamente.
Para sorpresa de ellos, el español volvió para cantar El hombre extraño, de Silvio Rodríguez, y Ana, con las cuales atrajo de nuevo a quienes ya habían salido y lo escucharan de pie.
A las 10:11 p. m., Serrano finalmente se retiró de ese escenario que le sirvió de casa, la misma cuyas puertas, según dijo, estarían abiertas por si alguien decidía visitarlo, en algún momento, y escuchar nuevas historias.