De acuerdo con el periódico español El Mundo , la artista de 58 años sacó este miércoles sus cosas de la casa que habitaba en la localidad de La Moraleja en Madrid, y encargó a su hermano para que pusiera en venta la casa.
El Mundo afirma que con el dinero de la venta del inmueble, la cantante se propone pagar la deuda de más de un millón de euros que tiene con las autoridades.
Entre tanto, Pantoja hasta ayer estaba reunida con su familia en el cerro Cantora en Málaga, donde tiene una finca. Allí aprovechó sus horas de libertad.
Precisamente, sus hijos Kiko Ribera y Chabelita han sido un gran apoyo para la cantante. Ambos se niegan a que su madre ingrese a la cárcel porque aseguran que ella cooperó con las autoridades en la investigación.
Kiko ha usado sus redes sociales para expresar su malestar y en Twitter escribió: “Odio a mi país”. Además, asegura que no permitirá que su madre ofrezca una disculpa pública.
Cárcel. Las autoridades de la Audiencia provincial de Málaga, al sur del país, rechazaron el martes el último recurso de Pantoja y dio tres días a la cantante para entrar voluntariamente a la cárcel. Si no cumple el plazo, la justicia ordenará su busca y captura.
Pantoja podrá elegir el centro penitenciario en el que estará, algo habitual en la legislación española. Todavía no se conoce la cárcel en la que cumplirá condena.
El encarcelamiento, aunque esperado, ha sacudido el mundo de la farándula española, del que Pantoja es protagonista diaria. La cantante, quien conserva una legión de fieles seguidores, había cancelado los cuatro conciertos que tenía programados en noviembre y diciembre en previsión de de su condena.
Problemas. Pantoja fue condenada el año pasado por el blanqueo de más de $2 millones del ayuntamiento de Marbella entre 2002 y 2003.
El alcalde, Julián Muñoz, era entonces su pareja sentimental.
Además de la pena de cárcel, el juez le impuso una multa de 1,14 millones de euros ($1,4 millones), que la cantante ha empezado a pagar en cuotas.
Las personas condenadas a dos años de cárcel pero sin antecedentes penales no suelen entrar en prisión. Pero la justicia hizo una excepción. Calificó de “enorme gravedad social” el aprovechamiento privado de dinero público que hizo una persona tan popular como Pantoja. Y estimó que la condenada no podía eludir el castigo. AP.